Javier Mínguez vuelve
López Cerrón, nuevo presidente de la federación, ofrece al director retirado regresar al ciclismo como seleccionador, y a Pedro Horrillo, ser coordinador de los equipos de carretera
En su último año de vida al Vitalicio lo dirigía Javier Mínguez, con José Luis López Cerrón de segundo y Pedro Horrillo a los pedales. Aquello ocurría con el cambio de siglo. Doce años más tarde, los tres están a punto de reunirse de nuevo en una aventura común, aunque con los papeles un tanto alterados: Horrillo, de 39 años, ya no es ciclista; Mínguez tiene 63 años y no dirige ningún equipo desde finales de 2000 y López Cerrón, de 56, dejó el volante cuando su jefe, y ha pasado de ser el organizador de la Vuelta a Castilla y León a presidir, desde hace un par de semanas, la Federación Española de Ciclismo. Desde ese puesto, sería uno de los vértices de un triángulo que le gustaría completar con Mínguez de seleccionador nacional en otro vértice y con Horrillo de responsable de la comisión de carretera —coordinador del trabajo de Mínguez y el de los futuros seleccionadores de categorías inferiores y de ciclismo femenino— en el tercero.
“Este es mi plan”, dice Cerrón. “Y ya se lo he propuesto a los interesados. Estoy a la espera de su respuesta, aunque Javier ya me ha adelantado que hará lo que yo le pida”. Antes incluso de ofrecerle el cargo a Mínguez, Cerrón consultó su posible nombramiento con las figuras del ciclismo español y posibles líderes de la selección en los próximos Mundiales —Valverde, Purito, Contador, Samuel—, quienes, dice Cerrón, dieron encantados su visto bueno.
Un plan en el que, como si se tratara de un tríptico pictórico en el que el artista quiere jugar con los sentidos del observador, el foco más atractivo se desplaza misteriosamente del personaje más importante, del que ocupa el lienzo principal, hacia un lateral, hacia la figura de Javier Mínguez, uno de los actores más importantes del ciclismo español en los años 80 y 90, una cierta edad de oro, un ciclismo de otro tiempo, un director de los de antes del pinganillo, cuando las crónicas de la carrera se podían hacer perfectas, y divertidísimas, contrastando sus ideas y movimientos con los de los otros genios de las alianzas, las tácticas, la astucia y el engaño de entonces: Echávarri, Juan Fernández, Rafa Carrasco, Manolo Saiz, Miguel Moreno... Todos ellos, jubilados, algunos jubilosamente, otros anticipadamente, todos ellos, desentrañando los movimientos de los rivales, respondiendo con los propios, convertían las etapas en gigantescas partidas de ajedrez, cuyas piezas movían con grandes voces, o con gestos disimulados, o con palabras equívocas, desde la ventanilla bajada del coche.
Contador, Purito, Valverde y Samuel han dado su visto bueno para la contratación
Y justamente por eso, por su sabiduría innata, por su sagacidad, por lo que ahora se llama saber leer la carrera, es por lo que Horrillo, su corredor unos años, apoyó entusiasta la idea de darle el volante del Mundial a Monglorio, un trabajo que haría sin sueldo. “No he conocido a nadie como él a la hora de dirigir desde el coche”, dice Horrillo, quien recuerda que, además, el Mundial es una carrera que se corre sin pinganillo, una ayuda tecnológica sin la que ni los corredores actuales saben correr ni los directores más jóvenes dirigir.
Dirigiendo así, Mínguez, con la firmeza y la autoridad de un sargento —algo así como la versión española de Giancarlo Ferretti, el sargento de hierro italiano—, vallisoletano, como Cerrón, discípulo desde el 79, ganó una Vuelta con Rupérez y otra con Pino, y multitud de etapas, sobre todo en la Vuelta, la carrera en la que sobresalía (aunque hasta un año llevó a Etxabe a ganar en Alpe d'Huez en el Tour) y en la que más a gusto se ha sentido. Al frente del Moliner, que luego se llamó Fosforera y más tarde Zor, y también BH y Seguros Amaya y, tras unos años de fusión con el Banesto de Echávarri, Vitalicio, dirigió entre otros a Alberto Fernández, Rupérez, Arroyo, Chozas, Pedro Muñoz, Lasa, Pino, Juan Fernández, Antequera, Anselmo, Pacho Rodríguez, Cubino, Alfonso Gutiérrez, Montoya, Zarrabeitia, Oliverio Rincón, Antonio Martín, Mauri, Santi Blanco, Juan Carlos Domínguez, Clavero, Freire, Mercado, Casero, Igor González de Galdeano… Todos son ya pasado, todos están retirados, lo que no obsta para que tras un salto en el tiempo de 13 años, como decíamos ayer, Mínguez vuelva a dirigir en 2013, aunque solo para una carrera de un día, a corredores que en su mayoría no habían nacido cuando él empezó a llevar un equipo.
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