La descomunal noche de Ibaka

Sus muelles, su fibra y sus músculos lo acreditaban como una de las principales amenazas de la NBA cuando de defender su aro se trataba —máximo taponador de la temporada regular en la 2010-11 con 198 gorros—, pero de un tiempo a esta parte Serge Ibaka ha afinado también la puntería. La madrugada del lunes, el ala pívot congoleño nacionalizado español se desató con una exhibición en la victoria de Oklahoma ante San Antonio (107-93), los dos primeros de la Conferencia Oeste. Fue imparable para las torres de los Spurs, una de las baterías interiores más acreditadas de la liga. Ni Duncan, ni Diaw, ni Splitter, ni Blair consiguieron descifrarle.

Con 25 puntos igualó su mejor marca anotadora en la NBA —con una serie de 10-16 en tiros de campo que comenzó con siete aciertos consecutivos—, y además redondeó su expediente con 17 rebotes —a tres de la mejor de su carrera, los 20 que obtuvo en marzo ante Phoenix— y tres tapones en los 38 minutos que estuvo en pista. Durant (19 puntos y seis rebotes) y Westbrook (22 puntos, seis capturas y nueve asistencias) ejercieron, por una noche, de guardaespaldas de lujo de Ibaka. “Serge estuvo terrorífico, esta noche. Lo suyo fue descomunal”, apuntó Durant tras el partido rindiendo pleitesía a su compañero. La victoria permite a los Thunder ser el primer equipo del campeonato en sumar 20 victorias, encadenando 11 triunfos consecutivos —algo que no lograban desde 1996 cuando entonces eran los Supersonics—, pero, sobre todo, dispara las prestaciones de Ibaka.

Ha dado un paso adelante en anotación y liderazgo. Alucinan con él” Ricky Rubio

El porte imponente del internacional español de 23 años le encasilló de partida como especialista defensivo, pero sus progresos de cara al aro son evidentes y, en su cuarta temporada en Estados Unidos, ya es habitual encontrarle entre los mejores anotadores de su equipo. Manda en la zona, ha aprendido a interpretar el juego y extiende su influencia en los tiros de media distancia con unos porcentajes —58,9%, superando el 54,3 del curso pasado— que le sitúan como el ala pívot con más tino. “Los rivales se centran en Russell [Westbrook] y Kevin [Durant] y necesitamos a alguien que dé un paso al frente. Es lo que estoy intentando hacer”, resume timorato ante los elogios al tiempo que promete mejorar.

El pasado verano, el legendario Hakeem Olajuwon contactó con su excompañero en Houston Scott Brooks, técnico de los Thunder, para ofrecerse a pulir las virtudes de Serge Ibaka. Mejorar los movimientos en el poste bajo de LeBron James habían puesto de moda los servicios del histórico jugador e Ibaka no veía el momento de ponerse a sus órdenes, pero los Juegos aplazaron la cita. “No pude por estar con la selección, pero el próximo año, de verdad, me gustaría trabajar con él”. Una afirmación que siembra dudas sobre su participación en el Europeo del verano de 2013 en Eslovenia y para el que el nuevo seleccionador, Juan Antonio Orenga, tiene la papeleta de decidir entre el congoleño y Mirotic. “Ha dado un paso adelante en anotación y liderazgo en uno de los mejores equipos del momento y eso tiene muchísimo mérito. No me extraña que alucinen con él”, apunta Ricky Rubio, que prosigue con su rodaje. En su segundo partido, ante Dallas, el base de los Wolves estuvo menos inspirado que en su reaparición y se quedó sin anotar en la derrota ante Orlando (102-93).