Emre se mete en un lío

Frío para el pase, pero caliente para la disputa. Emre Belozoglu (Estambul, Turquía; 1980) tiene una zurda exquisita para conjugar la pelota y una palabra deslenguada, que no hace tanto le hacía entrar en más de una discusión tan ácida como estéril. Ahora, padre de familia y ya maduro tras haber conocido las mieles del éxito sin apenas responsabilidades, el haber sido lenguaraz le pasa factura. La Fiscalía de Estambul ha pedido entre seis meses y dos años de cárcel para el futbolista del Atlético por supuestos insultos racistas contra Zokora, cuando Emre jugaba en el Fenerbahçe y el rival en el Trabzonspor. A falta de saber la sentencia, el jugador –que esta noche se bate con el Viktoria Plzen (19.00) en la Liga Europa- ya advirtió en su momento que en ningún caso sus insultos tenían intencionalidad racista. Una versión que choca con la de Zokora y, para su infortunio, con la de varios jugadores del Everton, que también le denunciaron por lo mismo cuando militaba en el Newcastle, en la Premier.

En enero de 2007, Emre se dirigió de muy malos modales a varios jugadores del Everton. Horas después, Joleon Lescott, Tim Howard y Joseph Yobo le denunciaron por insultos xenófobos. Aunque el colegiado no escuchó nada pero sí hizo constar en el acta las quejas de los rivales, la FA, siempre sensible a estos capítulos, estudió el caso. “A los periodistas ingleses les gusta mucho el escándalo. Si fuera racista, también lo sería fuera del campo. Y mi religión [es musulmán] dice que todas las personas son iguales a los ojos de Dios”, reflexionaba en una entrevista a este diario el futbolista al inicio de esta temporada. Así, pocos días más tarde del incidente, la FA se pronunció: Erme era inocente. Y tiempo más tarde, no era raro ver a Yobo y Emre paseando por las calles de Estambul, entonces compañeros de equipo.

Pero Emre volvió a estropear su juego con la verborrea. “Se ha pasado. Me lo encontré cara a cara durante el partido y me llamó sucio negro”, le acusó Zokora el año pasado, que poco después del incidente la hizo una entrada escalofriante; “espero que algo como esto no quede impune. ¿Qué significa el color de nuestra piel en el césped? Los aficionados, la FIFA, la prensa, todos están en contra de las declaraciones racistas”. No tardó en responder el futbolista turco. “En el calor del momento, a veces decimos cosas malas. He utilizado una palabra estúpida. Quiero pedir disculpas por lo que he dicho”, expresó, al tiempo que descartaba que su intención fuera racista. Ahora la Fiscalía de Estambul reclama la cárcel por ello.