Ferrer, dos partidos en un día

Son dos partidos en un día, algo más incluso: para llegar a las semifinales de la Copa de Maestros, David Ferrer necesita ganar hoy (Tdp, no antes de las 20.15) al serbio Janko Tipsarevic y que el suizo Roger Federer haya batido previamente (Tdp, no antes de las 14.45) a Juan Martín del Potro, ya que una victoria del argentino eliminaría directamente al alicantino. Sin embargo, las consecuencias de la jornada superan con mucho los efectos que produzcan en la carrera individual del  español. Àlex Corretja, el seleccionador, ha aprovechado que en Londres están Ferrer, los doblistas Marcel Granollers y Marc López y Nicolás Almagro, este como reserva, para hacer viajar a Feliciano López hasta Reino Unido y preparar en el O2 y el club Queen's la final de la Copa Davis (República Checa-España, en Praga del 16 al 18 de noviembre). Con el checo Tomas Berdych eliminado ayer tras perder por 2-6 y 6-7 contra el serbio Novak Djokovic, Ferrer, si logra el pase, llegará con más horas de juego y menos días de descanso que el otro número uno del duelo por La Ensaladera.

Con Berdych eliminado, el alicantino se arriesga a llegar agotado al duelo por La Ensaladera

“Soy positivo, siempre lo soy”, valoró Ferrer en Londres, adonde llegó como el tenista con más victorias en una temporada extenuante (72), siendo el que más títulos ha acumulado (siete) y tras enlazar dos trofeos bajo techo (Valencia y París), lo que nunca había logrado un español. “Compito con mucha confianza por mis resultados de final de año. Gané en Valencia y gané en París [su primer masters 1.000]. Jugué un tenis muy bueno. Cuando un jugador está yendo para arriba, cuando gana mucho, tiene más confianza”, argumentó sobre su estado físico el número cinco mundial, que puede acabar el curso como el cuatro, superando a Rafael Nadal si llega a la final. “Quizás ahora esté jugando más cerca de la línea de fondo y suba más a la red a cerrar los puntos”, prosiguió el alicantino sobre los cambios técnicos que le han permitido ser un peligro en una pista que se le atragantó siempre a los tenistas de La Armada. “También he cambiado mi revés. Juego más con él desde la línea de fondo”, continuó sobre los tiros paralelos con ese golpe, el que menos ha dominado durante su carrera y que ahora le permite amenazar con rematar los intercambios por un lado en el que los contrarios nunca le esperan.

En toda la temporada, Ferrer ha disputado 88 encuentros, más que ninguno de los otros diez mejores tenistas del planeta. Eso quiere decir que sus míticas piernas, labradas sobre la bicicleta y la pista, están al límite. Eso implica que sus pulmones deben de estar saturados tras pasar por el cemento, la tierra, la hierba y ahora el cemento bajo techo. Eso significa que la presencia en Londres de Corretja y el doctor Cotorro, médico de la federación e impulsor de sus programas de recuperación, tiene un significado especial. Hoy Ferrer disputa dos partidos en un día y mucho más que eso: la pelea por la Copa Davis acaba en Praga, pero empieza en Londres.