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Octubre rojo en Ferrari

La ‘Scuderia’ insiste en la buena relación con Alonso a pesar de la remontada de Vettel

Oriol Puigdemont
Fernando Alonso en el box de Ferrari.
Fernando Alonso en el box de Ferrari.Mark Thompson (Getty Images)

La sensibilidad que rodea el taller de Ferrari está estos días a flor de piel, como se pudo percibir el pasado sábado en el circuito indio de Buddh. Nada más concluir la sesión cronometrada que colocó a los Red Bull al frente del pelotón y a Fernando Alonso quinto, encabezando la tercera línea de la parrilla, el español volvió a quejarse de la falta de velocidad pura del F2012, esto es, el rendimiento del monoplaza cuando circula totalmente descargado de gasolina y con las gomas más blandas. Alonso ya llevaba tiempo pidiendo una reacción a los técnicos de Maranello y hasta llegó a asegurar que conducía el mismo coche desde hacía demasiadas carreras, una declaración que provocó el primer desacuerdo público con Setafano Domenicali, su jefe, que en Japón (7 de octubre) le desmintió de forma rotunda: “Se debe a un calentón, pero está claro que eso no es verdad”. Esta vez, en India, el asturiano fue un poco más allá, y a tenor de la reacción inmediata de La Scuderia, incluso hay quien piensa que se pasó de la raya. “Ya no compito contra Vettel, ahora lo hago contra Adrian Newey [el director técnico de Red Bull]”, soltó.

Esas palabras cayeron como aceite hirviendo sobre el garaje de los bólidos rojos, donde ya los había que andaban un poco mosqueados por la comparecencia del piloto el jueves, en la que vino a decir que Ferrari creaba unas expectativas antes de un gran premio que después no podía cumplir. En el comunicado posterior a la cronometrada, Pat Fry, el director técnico, expuso: “Creíamos que nuestro coche estaba para alcanzar la segunda línea de la parrilla, pero para conseguirlo teníamos que ser perfectos y hoy no lo fuimos”. Aquella declaración hubiera pasado relativamente desapercibida de no ser porque alguien de dentro de la propia marca la enfatizó después. “Para los que piensan que la relación entre Fernando y Ferrari se ha enfriado, la verdad es que estamos más unidos que nunca”, publicó el constructor a última hora de la noche en su cuenta oficial de Twitter.

El domingo, Alonso se sacó del sombrero una remontada heroica, recuperó tres posiciones respecto al lugar que ocupó en el momento de la salida, se zampó a los dos McLaren y a Webber y terminó el segundo, a solo nueve segundos de Vettel. Una vez más, su rendimiento estuvo por encima del de su F2012, circunstancia que motivó una lluvia de halagos venidos de todas partes, y también de su garaje. “¡Menuda carrera que ha hecho Fernando! Simplemente extraordinario”, le piropeó Domenicali. Incluso Fry reculó a su manera respecto a la pullita que le había soltado la vigilia: “Con un piloto así lucharemos hasta el final”. Frente a una demostración de talento y coraje tan evidentes, los miembros del equipo que podían haberse sentido heridos el día anterior, se vieron obligados a dar un paso atrás.

Lo llamativo es que vendan un sosiego que sería preocupante con el alemán a 52 puntos

El bicampeón del mundo con Renault (2005 y 2006) firmó su primer contrato con Ferrari en 2010, una temporada en la que, a pesar de disponer de un prototipo considerablemente inferior al Red Bull RB6, peleó por la corona hasta la última cita, precisamente aquí, en Abu Dabi. El año pasado, los ingenieros del sello de Il Cavallino Rampante no consiguió poner freno al RB7, que en manos de Vettel alcanzó unas cifras de récord, mientras que en este 2012, Alonso se mantuvo al frente del certamen hasta el Gran Premio de Corea (14 de octubre), por más que el F2012 no fue nunca la referencia de la parrilla. Hasta este sábado, el ovetense solo echaba flores a su escudería, a la vez que pedía unas mejoras que no llegaban o no tenían el efecto esperado.

La película que Alonso y Ferrari escenificaron en India no es más que el reflejo de una presión que va en aumento a medida que el calendario transcurre y que en un momento sale a la superficie. Lo llamativo del caso es que la formación italiana trata de vender una tranquilidad y un sosiego que, de darse realmente, serían bastante preocupantes en una estructura que ha visto cómo, en poco más de un mes, su única apuesta ha perdido 52 puntos en las últimas cuatro pruebas, además del liderato del Mundial. Este ha sido un octubre rojo en todos los sentidos.

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