El Shakhtar es una realidad

Es un señor equipo. El Shakhtar Donetsk certificó en el bullicioso Dombass Arena lo que se le presumía, que ya no solo es un conjunto resultón, sino que es de lo más competitivo y que aspira a lo más alto, que es una realidad porque tiene futbolistas para retorcer incluso al Chelsea, vigente campeón de la Champions. Bajo el amparo y talonario extenso de su propietario, Rinat Akmetov (magnate ucranio que empezó con la banca y se extendió con el acero), el Shakhtar se ha ido modelando en el último lustro como una escuadra atildada, de buen gusto por el fútbol asociativo, con facilidad para el desborde y exquisito en el remate, salpicado sobre todo de botas y sangre brasileña del centro del campo hacia delante. Un cóctel que arrasa en su Liga, con 12 triunfos en otros tantos encuentros –38 redes a favor por seis en contra-, que empató en la jornada anterior en el nuevo Delle Alpi y que descompuso a los blues (2-0).

Sorprendió Di Matteo al sentar a su mayor genio creativo, a Hazard, para dar cabida a Lampard como eje junto a Mikel y colocar a Ramires en el costado derecho para explotar su persistencia y velocidad, arma que tan buen resultado le dio en el curso pasado, como ante el Barcelona. Pero el balón fue del Shakhtar y el Chelsea su juguete. Condición certificada nada más abrirse el duelo, cuando un saque de banda permitió a Luiz Adriano perfilarse para el disparo. El cuero, caprichoso, golpeó en el brazo de Terry y de ahí a las botas de Alex Teixeira, que lo definió seco y cruzado, a las mallas. Un mazazo terrible para los londinenses, que se desnortaron un poco más con la lesión muscular de Lampard. Entró Hazard, pero no el fútbol, siempre a remolque del pie de Fernandinho, que repartía a su gusto, y de Willian, que rompía la cintura de Ivanovic a cada envite.

No arregló al equipo Mata, tan en forma en los cinco duelos anteriores –resueltos con seis dianas-, ni Torres, que se peleó hasta con su sombra por generar huecos, por quebrar cinturas, por ganarse posiciones de disparo. Todo inútil. Ni siquiera Hazard fue Hazard, puesto que un pérdida de balón suya en la zona caliente condenó al Chelsea; Fernandinho le sisó la cartera y tras apoyarse en Luiz Adriano en forma de pared, resolvió la contra con un disparo cruzado, casi un calco del primer gol. Fue la sentencia para los blues, que no les alcanzó con el tanto final de Oscar, y la constatación de que el Shakhtar lo tiene todo para desequilibrar a cualquiera. Líder en su grupo, tiene la clasificación para la siguiente fase a la vuelta de la esquina, puesto que le persigue el propio Chelsea, y más descolgado, ya a cuatro puntos, el Juventus, que se tropezó ante el Nordsjaelland (1-1, gol de Vucinic a falta de 10 minutos). Es el equipo italiano todo un gobernador en la Serie A -acumula 47 duelos sin conocer la derrota-, pero un grupo sin chispa ni gol (busca un delantero centro para el mercado invernal) en Europa.

No se hundió de igual manera el Manchester United, consciente de que un batacazo en la fase de grupos en ocasiones se paga muy caro, como le ocurriera en el ejercicio anterior cuando quedó apeado de la competición ante rivales menores –para su historia y economía- como el Basilea y el Benfica. Pero de chiripa que no se enfangara en Old Trafford ante el Braga, un cohete que se diluyó tras el petardazo inicial.

En un abrir y cerrar de ojos, el Braga se encontró con el gol de Alan, que remató picado un centro lateral, la laguna de De Gea. Propuso, en cualquier caso, Alex Ferguson una alineación algo extraña, demasiado atrevida para su DNI: Van Persie, Rooney y Chicharito se repartieron la delantera de inicio; y dejó en la grada a Ferdinand y Evra, decisión polémica puesto que ya no contaba con los lesionados Vidic, Phil Jones y Smalling, y se vio obligado a utilizar a juveniles. Así que Éder retrató a Rafael con un quiebro planetario, con una cola de vaca, y pisó línea de fondo para retrasar el esférico, para habilitar el segundo tanto de Alan. Pero el Mufc, contrariado, decidió no dar aire al rival ni hueco a la especulación. Recuperó el juego de inmediato, premiado con la jugada de RVP y el tanto de Chicharito. Lo mismo ocurrió en el segundo acto, único director de orquesta el Manchester, que se resarció con el gol de Evans a la salida de un córner y con un remate de Chicharito final. Un triunfo que sitúa al Mufc a punto de caramelo, sobre todo porque el Club y el Galatasaray -Riera actuó de lateral izquierdo- firmaron las tablas (1-1), después de que Melo errara un penalti para los turcos.

En el grupo del Barcelona, por otra parte, Jurado dio una lección de fútbol, pie y trampolín del Spartak de Moscú junto al joven Ananidze (20 años), que cada vez tiene más cuajo e incidencia en el fútbol. Una actuación que difuminó un poco los persistentes siseos de Moscú, que sugieren el despido de Unai Emery. No había lugar para otro traspié como el de la jornada anterior ante el Celtic, sobre todo porque el equipo no contaba con punto alguno y tenía frente al Benfica (2-1) la última ocasión de significarse en Europa, de no apearse de la competición de buenas a primeras. Le salió redonda la jugada a Emery en un duelo que siempre le fue de cara; al abrirse el telón, un mal pase en la divisoria cayó en Ananidze, que se la cedió a Jurado cuando ya pisaba área. Con ojos en la nuca, atendió el desmarque de Rafael Carioca, que resolvió con la zurda.

Jugaba con el balón y con los espacios el Spartak, basado en la posesión por el costado izquierdo y eléctrico en el ala opuesta, donde el lateral Makeev ascendía sin remisión. Suyo fue el centro que despejó Jardel a gol en propia puerta; una diana que anuló el gol de Lima de cabeza, que prolongó con éxito el centro envenenado de Salvio, con fuerza y rosca suficiente para descontar a los zagueros rivales. Aguantó el Spartak el estirón del Benfica, con más oficio que juego, y sumó un triunfo que le hace trepar en la tabla y que le mete de lleno en la pelea por la segunda plaza, siempre y cuando el Barcelona no se desboque.

Los rivales del Valencia, además, estrecharon el grupo, puesto que el Bayern, que alineó a Javi Martínez de inicio, se impuso al Lille –todavía no ha sumado punto alguno- con un solitario penalti transformado por Müller. Triple empate al frente de la tabla.