La pirueta de Condal
El presidente del Espanyol convoca elecciones después de asegurarse su continuidad en el club
Donde dije digo, digo Diego. Solo 48 horas después de que el portavoz del Espanyol, Rafa Entrena, explicara que el consejo se había planteado su dimisión en bloque, pero finalmente decidió no hacerlo en un “ejercicio de responsabilidad”, este tuvo que volver a la palestra para anunciar lo que el presidente, Ramon Condal, había querido hacer público ya el lunes. El club celebrará elecciones en noviembre. Y lo hará no porque aspire a cambiar de presidente, sino para zanjar una crisis institucional nacida de la crisis deportiva, con el equipo como último clasificado y con un punto en seis jornadas de Liga.
Condal preside circunstancialmente y desde este miércoles una junta gestora, integrada por otros seis consejeros —el vicepresidente Sergio Oliveró, el consejero delegado Joan Collet, Garrofer, Moya, Elastio y el propio Entrena; el resto del consejo ha dimitido—, que guiará la entidad hasta la celebración de elecciones. Serán el próximo 19 de noviembre, de modo que la junta general de accionistas prevista para el día 6 se aplazará hasta este día, en que habrá una junta ordinaria para la aprobación de las cuentas anuales y otra extraordinaria para la votación del nuevo presidente y el nuevo consejo.
Ocurre que, según explicó ayer el propio Condal, el máximo mandatario del club seguirá siendo él mismo. La convocatoria de elecciones es una suerte de falacia en la que Condal volverá a presentar su candidatura a sabiendas de que saldrá elegida, mientras gana tiempo y remodela el consejo a su antojo. Condal cuenta no solo con sus votos —es el segundo máximo accionista del Espanyol—, sino también con los de las acciones delegadas por Daniel Sánchez Llibre, que reúne el mayor paquete accionarial de la entidad.
Gracias al apoyo de Sánchez Llibre, el mandatario creará un consejo a su medida
De entrada, con la formación de la junta gestora presentada ayer es Germán de la Cruz, hasta ahora vicepresidente responsable del área deportiva y uno de los principales señalados por la grada como responsable de la mala marcha del equipo, quien desaparece de la junta. Él era el hombre de Sánchez Llibre en el consejo, depositario de sus acciones. Hasta ayer.
En ese consejo provisional sí permanecen otros dos hombres que se habían postulado como futuros presidentes. La solución de continuidad parecía pasar por Collet. La alternativa, por Oliveró. Pero Condal ni siquiera defendió a su consejero delegado en la conferencia de prensa ofrecida tras el anuncio de elecciones. “¿Mantendrá a Collet?”, le preguntaron. “De aquí hasta entonces queda mucho tiempo”.
La solución ofrecida por el presidente ante las críticas recibidas de los principales colectivos de socios del club no convenció. “Aunque seamos una SAD [sociedad anónima deportiva], es muy importante la voz del socio y del pequeño y mediano accionista; queremos que todos puedan expresarse y eso solo puede hacerse haciendo dimitir al consejo y celebrando una junta extraordinaria”, dijo Condal. Pero él no dimite: “No me voy. Estaré aquí cada día. El club no puede dejarse así a la buena de Dios”. No cree que haya hecho nada mal: “He sido un buen presidente; si no, no me presentaría. Una persona como yo la máxima aspiración que puede tener es ser presidente de este club”. Y puesto que cuenta con la mayoría absoluta de la masa social, no deja opción a candidaturas alternativas. ¿Le preocupa presidir el club con el apoyo accionarial y sin el apoyo social? “Intentaremos que eso no se produzca, porque necesitamos de todos”.
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