Competición exculpa y condena a Medel

El Comité de Competición, en un cúmulo de contradicciones, exculpó ayer a Medel, jugador del Sevilla, que fue expulsado el pasado domingo ante el Barcelona, pero al mismo tiempo le sancionó con dos partidos de suspensión. Según el organismo federativo, “no existe agresión [a Cesc] en sentido estricto, sino un forcejeo entre rivales, juntando sus respectivas cabezas y sin que culmine el lance en una acción realmente violenta”. Pero le condena igualmente “por producirse de manera violenta” pese a reconocer que Cesc “exagera las consecuencias del citado forcejeo, aparentando un cabezazo violento que no es tal”. El comité observa “un intercambio violento de actos, por mucho que no sean determinantes de agresión”. ¿Intercambio de actos? ¿Por qué no amonesta a Cesc?

El relato de las contradicciones no acaba ahí. Competición desautoriza al árbitro del encuentro, Mateu Lahoz, porque “existe un error material manifiesto en la interpretación de los hechos”, pero le da la razón al apreciar “un comportamiento violento como consecuencia de un lance directo del juego”. En el acta, Lahoz justificó la expulsión de Medel por propinar un cabezazo en la cara a Cesc sin estar el balón en juego.

El Sevilla recurrirá ante el Comité de Apelación por la sanción a Medel, pero no por los dos partidos de castigo impuestos a su entrenador, Míchel, expulsado también ante el Barça por protestar al árbitro. “¿Por qué motivo?”, le pregunta el técnico a Lahoz; “¡yo he dicho que es mano, nada más!”. Cuando se marcha del campo, añade: “Vete a tomar por culo ya. ¡Hijo de p...”.

Exagera [el azulgrana] las consecuencias del citado forcejeo, aparentando un cabezazo violento que no es tal"

Si el Sevilla está indignado, el Valencia echa humo ante lo que considera una clamorosa injusticia contra su interior derecho Feghouli. “Para Competición es más grave aplaudir al árbitro que romper la pierna a un adversario”. A esa conclusión ha llegado al enterarse de los tres partidos de suspensión a Feghouli tras ser expulsado por dos tarjetas amarillas el pasado sábado ante el Zaragoza, en Mestalla. “¿Tres encuentros para Feghouli? ¡Alucinante!”, dijo el capitán del equipo, Soldado, en Twitter.

Estos son los cargos contra Feghouli: un encuentro por las dos amonestaciones recibidas y dos más por desconsideración al árbitro, Pérez Montero, al anotar este en el acta que había aplaudido “jocosamente la decisión adoptada”. Más que aplaudir, Feghouli dio un par de palmadas mientras se agachaba lamentándose por la expulsión.

“Lo único que cuenta es el acta del árbitro y nunca se interpreta el espíritu de la ley”, se quejan en el Valencia, convencidos de que las dos tarjetas fueron prescindibles por parte del colegiado: la primera, por obstruir el saque de una falta; la segunda, por dar una patada a un rival llegado desde atrás y al que no vio. El club de Mestalla había recurrido sin éxito la primera de las dos amonestaciones por entender que el jugador del Zaragoza no tenía la intención de pasar el balón, sino la de provocar la tarjeta echándolo encima del valencianista.

El entrenador, Mauricio Pellegrino, ya dijo tras el encuentro que le parecían improcedentes ambas amonestaciones y lamentó la posibilidad de perder para el derbi del domingo ante el Levante en el Ciutat de València a uno de sus futbolistas más en forma. Con el agravante de que Feghouli abandonará la disciplina del club en enero próximo para disputar la Copa de África con Argelia, su selección.