El Valencia gana con lo puesto
Dos goles de Jonas y un gran Gago dan la victoria a los de Pellegrino ante un Lille limitado (2-0)
Un triunfo de esos reconstituyentes supuso para el Valencia su partido número 100 en la Liga de Campeones. Ante un Lille tan débil como se preveía, sin ambición ni derecho de réplica. El conjunto de Pellegrino confirmó el excelente estado de forma de Gago, que juega con una autoridad desconocida para quienes lo siguieron en el Madrid. El Valencia sacó otra vez brillo de la inacabable sociedad entre Jonas y Soldado, siendo esta vez el brasileño el afortunado bigoleador. Y Pellegrino permitió recuperar la autoestima de Guardado, así como darle la alternativa a un chico del filial, el central zurdo Carlos Delgado, muy aplicado tanto en la salida del balón como en el cierre defensivo. Noche redonda para el técnico argentino si no fuera porque la inesperada victoria del BATE ante el Bayern complica mucho más la clasificación en el grupo.
Justo cuando peor lo pasaba, cuando empezaba a enseñar sus vergüenzas defensivas, el Valencia encontró una pared inopinada, un hueco imprevisto, un gol balsámico. La jugada la inició Gago, como siempre, con un pase raso a Jonas en la frontal del área. El brasileño combinó con Soldado y buscó el desmarque a la espalda de la zaga francesa. Le vio el valenciano y su servicio se vio favorecido por el rebote en la pierna del central Basa. Ya solo ante Landreau, Jonas colocó a un palo.
Valencia, 2 - Lille, 0
Valencia: Guaita; Barragán, Víctor Ruiz, Delgado, Cissokho: Feghouli (João Pereira, m. 87), Gago, Tino Costa, Guardado; Jonas (Parejo, m. 81) y Soldado (Valdez, m. 85). No utilizados: Diego Alves; Portugués y Gaya.
Lille: Landreau; Debuchy, Basa, Chedjou (Digne, m. 82), Béria; Balmont, Gueye, Pedretti; Payet, Roux (T. de Melo, m. 64) y Mendes (Rodelin, m. 73). No utilizados: Elana; Rodenhal, Sidibe y Bruno.
1-0. M. 38. Jonas. 2-0. M. 75. Jonas.
Árbitro: Gianluca Rocchi (Italia). Amonestó a Soldado, Barragán, Jonas y Pedretti. Expulsó a Debuchy en el minuto 85 por acumular dos tarjetas amarillas.
Unos 30.000 espectadores en Mestalla.
Soldado igual ejercía de lateral derecho improvisado que metía el pase definitivo desde la media punta. Ha entendido que la capitanía tiene obligaciones que van más allá de materializar las ocasiones. La creatividad de su equipo está bajo mínimos y él debe reactivarla. También cayendo a las bandas y propiciando espacios a los demás.
La relevancia de Gago crece en cada partido. No solo se encarga de subir la intensidad para presionar y robar la pelota, sino que la saca con categoría. Como ese pase en diagonal que dejó solo a Feghouli ante Landreau. El interior argelino disparó fuera. El mediocentro argentino está varios cuerpos por encima de sus compañeros, lo que significa una solución pero también un problema.
Noche redonda en Mestalla de no ser por el inesperado triunfo del BATE
Cómodo el Lille manteniendo el orden en su defensa de cuatro, el Valencia había caído en una cierta monotonía en la primera media hora. Dominaba, pero solo hasta la zona de tres cuartos, donde se fundía. Pellegrino se desesperaba en la banda. Y expresó su irritación cuando Cissohko echó el balón fuera para que atendieran a Roux. El técnico argentino entendía que había que subir el ritmo y no era momento de echar balones fuera.
Las costuras defensivas se le vieron al Valencia al poco que el Lille fue animándose en ataque. Sobre todo por parte del extremo derecho Payet, autor de tres disparos consecutivos contra Guaita, dos fuera y el tercero resuelto con un despeje por el meta valenciano, muy seguro toda la noche. Encontró Payet una autopista por su lado: aprovechando las subidas de Cissohko y alguna falta en la cobertura de Guardado y Tino Costa. Por si fuera poco, era el lado cubierto por el central zurdo Carlos Delgado, debutante en choque oficial. No estuvo nada mal en el trato del cuero. Otro zurdo, Víctor Ruiz, actuó de central derecho, una posición antinatural para él, perfilándose para golpear la pelota con su pierna buena. En el segundo tiempo, Delgado incluso solventó algún error de su compañero. Acabaron entendiéndose pese a jugar juntos por primera vez.
La relevancia de Gago crece a cada partido. Roba la pelota y la saca con categoría
Tras la reanudación, el Lille se metió en su campo a pesar de ir perdiendo. Se trataba de un reconocimiento explícito de sus limitaciones. Rudi García, en todo caso, trató de cambiar el discurso al dar entrada a De Melo en lugar de un apagado Roux. Sin éxito.
El Valencia creyó llegado el momento de sentenciar. A Guardado le salió por fin una jugada individual en ataque: tras varios caracoleos envió a Feghouli y el centro de este lo cabeceó alto Soldado. El Lille no daba señales de vida. Así que Jonas decidió probar un centro-chut sorprendente para todos: desde el portero Landreau (horroroso en el despeje), los espectadores (ajenos a la alegría del gol), y el propio delantero brasileño (que tardó unos segundos en celebrarlo). Una acción afortunada para liberar al Valencia justo antes de una sustitución también inesperada por parte de Pellegrino: suplió a Jonas por Parejo, recibido con una bronca de la grada. Atenuada después con aplausos cuando intervino. El público decidió ser magnánimo. El triunfo en el duelo número 100 merecía una ovación para todos. También para Parejo.
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