Del tríptico a la clásica
Cuando coinciden en sus propósitos, Contador y Purito son un festín para el aficionado
Tanto hablar del tríptico, y nos encontramos con una etapa disputada como si fuese una clásica. Un no hay futuro y el pasado, pasado está y ya no hay vuelta atrás; así ha sido la etapa.
El Saxobank de Contador endureciendo la etapa buscando atufar al de rojo, Purito, al que algunos no terminan de catalogar con exactitud cuando piensan que no es un escalador puro. ¿Qué otra cosa se puede ser con ese cuerpo que sus padres le han donado? Recuerdo que, hace ya unos cuanto años, cuando Purito ganó la subida a Gorla amateur (auténtico vivero de escaladores de raza, también ganada por Contador), eran muchos los que le señalaban como un escalador puro llamado a marcar una época.
Y Purito con los años ha ido conociéndose a la vez que mejoraba sus cualidades, y ha terminado por ser un corredor que aspira a las generales, a pesar del handicap —él lo sabe mejor que nadie— que tiene con las contrarrelojes.
Purito con los años ha ido conociéndose a la vez que mejoraba sus cualidades, y ha terminado por ser un corredor que aspira a las generales
“Sois vosotros quienes decís que no puedo con estas subidas”, decía en la entrevista después de recoger en el podio los frutos de la gran Vuelta que está realizando, en referencia a los que sostienen que su punto débil son los puertos largos y más aún cuando se trata de encadenar varios.
Contador y Purito son dos escaladores muy distintos, de estilos muy diferenciados, que cuando coinciden en propósitos son un festín para el espectador. Purito con esa capacidad letal que tiene en los metros finales, esa explosión inmensa cargada de potencia que normalmente llega a su fin con la alzada de brazos. Y Contador con esos cambios de ritmo tan violentos y espectaculares que llegan después de que sus compañeros hayan tensado la cuerda al máximo —inmensos ayer todos ellos—.
Ayer pudimos ver a ambos en acción soltando lo mejor de su repertorio aunque el premio a la efectividad se lo llevó Purito
Ayer pudimos ver a ambos en acción soltando lo mejor de su repertorio aunque el premio a la efectividad se lo llevó Purito. Al mejor Contador en el ataque faltando tres kilómetros para la meta, que por un momento pareció alejar a sus rivales de manera definitiva. Al mejor Purito calculando el momento de abrir gas ya metido en el último kilómetro, y abriéndolo tras calcular exactamente los metros para los que tenía combustible. Y también vimos a un Valverde que supo estar en todos los movimientos importantes sin ceder, para acabar cediendo sin explotar. Y a un Froome que, queriendo acallar las voces que le susurran que “va a menos”, atacó del grupo de perseguidores tratando en vano de dejar de ser uno de ellos.
A Purito le sobró una crono para llevarse el Giro de Italia esta primavera. En la Vuelta no es que le falte, sino que la única que había ya la ha superado con matrícula de honor, así que la oportunidad es única, y él lo sabe bien.
Le queda ahora un dos más dos. Las dos etapas restantes del tríptico, Lagos y Cuitu Negru, y las otras dos de la última semana, Fuente De y Bola del Mundo. A su favor, aparte del subidón de moral que estos resultados proporcionan, el hecho de contar con un corredor como Dani Moreno en ese estado de forma, y un equipo inspirado, pues ayer mismo su compañero Losada no anduvo lejos de dar la sorpresa en Ancares. En su contra, un Contador ambicioso que parece que va a más pero que no termina de poder con él.
Y los duelistas por la general, otro dos más dos, con Valverde y Froome cada vez más lejos y más igualados. Hoy en Asturias, segunda etapa del tríptico. Esperemos que se la tomen de nuevo como una clásica. Con los Lagos de Covadonga y con el Mirador del Fito de doloroso entrante. Y con Purito tratando de quitarse de encima el diminutivo…
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.