Contra un Milan en fase de cambio

“Podemos hacer grandes cosas en Europa, pues es un grupo asequible”, proclamó Francisco Martín Aguilar, consejero del Málaga presente en Mónaco, nada más conocer el resultado del sorteo de la Liga de Campeones, histórico para el club andaluz, que en su segunda participación europea (llegó a los cuartos de final de la Copa de la UEFA en 2003) se enfrentará al Milan, un grande venido a menos; al Zenit, el campeón ruso, moldeado por el italiano Spalleti, y al Anderlecht, que vuelve a la fase de grupos seis años después.

Milan, en plena reconversión. Los problemas económicos han provocado una profunda transformación en el Milan. Siete Copas de Europa lucen en el palmarés de este grande venido a menos, en el que ya no militan históricos como Seedorf, Gattuso, Zambrotta, Inzaghi o Van Bommel y que ha quedado tocado con los traspasos de Ibrahimovic y Thiago Silva al París Saint-Germain. Incluso salió Cassano, al Inter. Los fichajes deberán demostrar mucho ante la huella dejada por los ausentes. Son los casos de Zapata, Bojan o Pazzini. El peso del equipo lombardo, dirigido por Massimiliano Allegri, cae en el centrocampista Boateng y los delanteros Pato y Robinho.

Zenit, el poder emergente. El Zenit, campeón de la Liga rusa, se antoja el rival más difícil del grupo. El equipo de San Petersburgo lleva una línea de continuidad gracias a la labor de su entrenador, el italiano Luciano Spalleti. Poderoso económicamente, es el equipo prototipo del emergente fútbol del Este y ya consiguió la Copa de la UEFA en 2008. Los portugueses Bruno Alves y Danny, el italiano Criscito y los internacionales rusos Semak, Denisov, Zyryanov, Shirokov y Kerzhakov constituyen la base de un conjunto vistoso en su juego y muy compacto.

Anderlecht, un histórico sin potencial. El Anderlecht es el más flojo. El equipo belga, campeón de dos Recopas en 1976 y 1978, llevaba desde 2006 sin jugar la fase de grupos, y alguna temporada en la Liga Europa. Su futbolista más interesante es el delantero congoleño Mbokani, secundado por el centrocampista argentino Biglia y el delantero serbio Jovanovic, que llegó a jugar en el Liverpool. El Málaga debe amarrar sus dos partidos ante el cuadro belga como base en su lucha por pasar a los octavos de final.