El regreso del ‘Chori’
Bajo sospecha la temporada pasada, el central Albiol respondió con solidez en el Camp Nou
Raúl Albiol debió suspirar aliviado cuando acabó el primer clásico de la temporada. Su actuación en la ida de la Supercopa, el jueves, puede considerarse como un regreso a la plena actividad después de dos años de postergación, entre el banquillo y la grada. Venía de atravesar un desierto. Sin ritmo competitivo, su actuación contra el Barça inspiraba suspicacias en la afición. Las dudas sobre su respuesta física y su estado anímico eran fundadas. Sin embargo, la respuesta del defensa fue sólida. En el peor de los escenarios, no cometió errores. Se anticipó a Messi cuando el argentino intentó la jugada individual, robó ocho balones y fue capaz de acompañar a Ramos cuando adelantó la defensa al círculo central en la segunda parte, maniobra que en el Camp Nou muy pocos han ejecutado sin sufrir una paliza.
Le llaman Chori y es el típico animal de vestuario. Los entrenadores le aprecian por su disposición al trabajo y es imposible encontrarse con un compañero que no le guarde cariño. Albiol, además de ser un defensa con recursos, es un buen tipo. Capaz de anteponer la amistad a la ambición, cabal y valiente, resulta un caso especial. El grupo de españoles del Madrid, con Sergio Ramos a la cabeza, siente debilidad por el jugador y la empatía se percibe en el campo. En partidos como el de Osasuna en la temporada pasada, o en la última vista al Camp Nou, la defensa madridista se ha coordinado con gran fluidez alrededor de Albiol. Con Casillas por detrás, Ramos a su izquierda, Arbeloa a su derecha y Alonso al frente, la buena comunicación ha compensado con creces la ausencia de Pepe.
El grupo de españoles del Madrid siente debilidad por el jugador y la empatía se percibe en el campo
José Mourinho le retiró la confianza durante su primera temporada en el Madrid y Albiol pasó de disputar 13 partidos como titular a hacerlo solo cinco en el curso pasado. El técnico decidió darle más carrete a Raphael Varane, de 19 años, que fue titular en siete partidos. La medida generó malestar entre los españoles, que pensaron que un campeón del mundo merecía ciertas prioridades. Mourinho se ha mostrado más receptivo a esta corriente tras la Eurocopa. La buena forma física del jugador ha ayudado al técnico a reconsiderar su postura y a renovarle hasta 2017. Pero dicen en el club que también ha pesado otro factor. Zinedine Zidane es el padrino futbolístico de Varane. Y la relación entre Mourinho y Zidane se ha enfriado notablemente en los últimos meses.
Los precedentes ponían a Albiol ante un compromiso ingrato en la Supercopa. Titular gracias a que Pepe sufrió un golpe en la cabeza, si fallaba, corría el riesgo de que le señalaran como el punto débil del Madrid. Si cumplía con honores, le esperaba el banquillo de todas formas.
Albiol salió airoso del duelo. Fue, después de Coentrão (11) y Ramos (10), el jugador del Madrid que más balones robó. Quizás porque Messi lo encaró más que a nadie, o tal vez por el efecto del tiempo que transcurrió sin competir regularmente, tardó en acomodarse sobre el terreno y reaccionó tarde en un par de acciones puntuales. Tuvo que cometer tres faltas en la primera hora de partido. La tarjeta amarilla que recibió por ello le condicionó en la acción del gol de Xavi. Si le hacía falta a Iniesta, lo expulsaban. Y a Iniesta no había otro modo de frenarlo. Así que, burlado por el regate maestro, se resignó a dejarlo seguir.
En el vendaval ofensivo del Barça, donde no hay defensa que no quede en evidencia tarde o temprano, Albiol se comportó con toda la solvencia que promete su historial. A sus 26 años, en el umbral de su madurez como central, dio la mejor versión de sí mismo.
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