Farsa en el bádminton
La Federación Internacional descalifica a dos parejas surcoreanas, una china y otra indonesia por jugar a perder y especular con sus resultados en función de los cruces
La farsa de los tramposos ha golpeado a los Juegos Olímpicos de Londres. Ocho jugadoras de dobles de bádminton —dos parejas surcoreanas, una china y una indonesia— han sido descalificadas del torneo femenino por la Federación Internacional (FIB). Todas estaban ya clasificadas para los octavos de final, pero tenían que afrontar un último partido de la fase de grupos. En su deseo de evitar a las rivales más difíciles, prefirieron jugar a perder y a alterar sus resultados.
Llevaron a cabo su plan sin disimulo: faltas directas, servicios a la red, golpes que iban directamente fuera de los límites de la cancha, intercambios que no duraban más de cuatro golpes… El público del Wembley Arena manifestó con abucheos y recriminaciones su indignación por el lamentable espectáculo. El interés de las jugadoras por no ganar resultó tan evidente que el árbitro tuvo que parar el partido para pedirles seriedad. Horas después, la Federación Internacional tomó cartas en el asunto. Descalificó a las cuatro parejas en una decisión ratificada tras la apelación de las jugadoras en cuestión. La china Yu Yang, una de las descalificadas, anunció su retirada a los 26 años: "Ha sido mi última competición. Adiós a la Federación Internacional de bádminton, adiós al bádminton que amo tanto". "Han roto mi sueño"
El simulacro de partidos perpetrado por las ocho jugadoras fue calificado de “inaceptable” por el presidente del Comité Organizador de los Juegos, Sebastian Coe. “Es deprimente. ¿Quién quiere pagar por ver algo así?”, se preguntó Coe, que estuvo presente en los partidos de bádminton en cuestión.
El Comité de Disciplina de la Federación Internacional de Bádminton aplicó el Código de Conducta de Jugadores que contempla sanciones por “no poner en práctica todo su esfuerzo para ganar el partido” y por “comportarse de una manera claramente abusiva en detrimento del deporte”.
El director de Comunicación del COI, Mark Adams, coincidió con Coe: “Lo sucedido no es aceptable. Está claro que los atletas tienen que esforzarse al máximo”. El COI, no obstante, no ha retirado las acreditaciones a las ocho deportistas sancionadas.
Las chinas Yang Yu y Wang Xiaoli, campeonas del mundo en dobles, perdieron contra la pareja surcoreana (Jung Kyung y Kim Ha Na) por 14-21 y 11-21. El árbitro, Torsten Berg, advirtió a las jugadoras sobre el que consideró un comportamiento pasivo y terminó por informar a la FIB. La dejadez de las chinas, que parecía que querían evitar a sus compatriotas Tian y Yunlei en los cuartos de final y enfrentarse con unas rivales más asequibles, provocó las quejas del público. En el siguiente partido, que enfrentaba a parejas surcoreanas e indonesias, también se especuló con el resultado, tal y como reconoció el entrenador surcoreano, Sung Han-Kook. “Las chinas empezaron, lo hicieron primero, evitándose entre ellas hasta que no hubiera posibilidad de medallas. Entonces nosotros hicimos lo mismo, no queríamos jugar otra vez con las indonesias”, explicó el técnico.
“Estábamos ya clasificadas, ¿por qué tendríamos que gastar nuestra energía?”, se defendió Yu, una de las jugadoras chinas, tras el partido. “No era necesario ir a por todas ya que la fase de clasificación empezaba un día después”. La FIB estableció de nuevo los cruces de cuartos de final tras recuperar a cuatro parejas que ya habían sido eliminadas. “Sentimos mucho lo que ha sucedido, tanto por nuestros deportistas como por nuestro deporte”, manifestó el secretario general de la FIB, Thomas Lund. “Hemos tomado la decisión en beneficio de todos los jugadores. Lo más importante es afrontar estos casos con firmeza y de manera apropiada”, añadió. Horas después, Yu Yang anunció a través de su web que abandona el bádminton. La polémica sigue en los Juegos.
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