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ATLETISMO

“Que le abran expediente ya”

El ‘caso Mullera’ sigue enfrentando a la federación de atletismo y al CSD

Carlos Arribas
Ángel Mullera participa en los 3.000 metros obstáculos, en Daegu 2011
Ángel Mullera participa en los 3.000 metros obstáculos, en Daegu 2011 EFE

Por segunda vez en menos de una semana, el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha exigido públicamente a la Federación Española de Atletismo que le abra expediente al atleta Ángel Mullera, a lo que la federación ha respondido que no puede hacer nada, ya que su Comité de Disciplina Deportiva, un órgano independiente, no considera que pueda suponer infracción el hecho de que un atleta mantenga correspondencia sobre el uso de sustancias dopantes con un anónimo preparador-proveedor. Esta reducción al absurdo que choca con el sentido común –la federación de atletismo emitió un comunicado que deja patente su perplejidad, pues sus dirigentes consideran que, en efecto, las acciones de Mullera, si probadas, no deberían quedar sin castigo--, debería resolverse siguiendo los procedimientos disciplinarios, con un próximo recurso del CSD al Comité Español de Disciplina Deportiva. “Hemos pedido que le abran expediente ya, y si nos contestan que no lo hacen, recurriremos a nuestro comité, ya que de entrada no podemos ser nosotros quienes le abramos expediente, ya que tenemos delegada en las federaciones la función disciplinaria”, dice Miguel Cardenal, presidente del CSD.

En su comunicado, hecho público el lunes por la noche, el CSD termina señalando, en un párrafo que parece una acusación directa a la federación: “Lamentamos que en el mundo del deporte existan personas que no consideren que las informaciones de referencia incluyen hechos que constituyen vulneraciones de calado de la actitud exigible a un deportista”. En vísperas del comienzo de los Juegos Olímpicos, la principal federación olímpica y la más alta autoridad deportiva española siguen enfrentadas en cierta forma en la búsqueda de una solución a un problema que socava la credibilidad de la lucha contra el dopaje. “Pero yo nunca diría que hay un enfrentamiento, sino todo lo contrario, y ese párrafo se refiere en todo caso al comité disciplinario no a la federación”, dice Cardenal. “He hablado con el presidente de la federación, José María Odriozola, y él me ha dicho que está de acuerdo conmigo en que en la actuación de Mullera hay algún tipo de ilícito, y que ese ilícito debe dar lugar a un expediente para que, incluso, el propio atleta pueda defenderse. Pero si el comité disciplinario de la federación toma una decisión no se les puede pedir que la cambien”.

Otro caso en el que hubo discrepancia entre la federación y su comité de disciplina fue en el del atleta Bezabeh, por la Operación Galgo

“No es la Real Federación Española de Atletismo la que opina o toma partido en los temas que requieren la actuación de su Comité de Disciplina”, señala en su comunicado la federación. “Incluso puede discrepar, y lo ha hecho en más de una ocasión, de las decisiones que dicho órgano colegiado tome. Pero no puede interferir en sus decisiones ni coartar su independencia. Esto es lo que ha ocurrido en el reciente caso del atleta Ángel Mullera”. Otro caso en el que hubo discrepancia entre la federación y su comité de disciplina fue en el del atleta Alemayehu Bezabeh, por la Operación Galgo, quien, absuelto por la federación fue finalmente sancionado por el Comité Español de Disciplina Deportiva. El mismo día, la semana pasada, en que se publicó en los medios el contenido de los emails enviados por Mullera al anónimo preparador, el presidente Odriozola recibió en su despacho al atleta, quien entre lágrimas, según testigos, vino a reconocer que había “metido la pata”.

Aunque la mera curiosidad por el conocimiento de técnicas de dopaje para evitar dar positivo y los efectos de las sustancias prohibidas en el rendimiento ya podría ser considerado tentativa de dopaje, Cardenal, quien antes de asumir la presidencia del CSD fue miembro del comité de competición de la federación de fútbol, considera que el “ilícito” en el que ha podido incurrir Mullera no tiene por qué ser de dopaje. “Puede entenderse como una actitud antideportiva, y, por lo tanto, sancionable”, dice. “Se supone que un deportista no tiene por qué enviar esos correos”.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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