_
_
_
_

“Nos impresionó cómo arreaban los italianos”

Jugadores españoles y ‘azzurri’ recuerdan la intensidad con que se han vivido los duelos entre ambas selecciones

Jordi Quixano
Casillas y Buffon se cruzan en los penaltis de la Eurocopa de 2008.
Casillas y Buffon se cruzan en los penaltis de la Eurocopa de 2008.CORDON PRESS

Siete encuentros ha disputado España ante Italia entre Eurocopas y Mundiales y en ninguna ocasión ha logrado imponerse mientras el balón rodaba, solo con el triunfo de los cuartos de 2008 en la rueda de los penaltis. Los dos primeros duelos fueron en 1934, en los cuartos del Mundial de Italia. Empataron en el primer partido (1-1), en Génova, y cayeron en el desempate (1-0), en Florencia, con una diana de Giuseppe Meazza y dos goles anulados a la selección española, mermada porque en la ida recibió más patadas que otra cosa. Estos son el resto de los encuentros, sin contar el que abrió esta Eurocopa, el empate (1-1) de Di Natale y Cesc.

» Eurocopa 1980. Primera fase. Italia, 0-España, 0. Se cambiaban los jugadores en el vestuario de San Siro antes del partido y entró el técnico Ladislao Kubala. “Deben ganar, pero para eso hay que disfrutar porque si lo hacen, doblarán su rendimiento”, les remarcó. “Era como un padre para nosotros, demasiado buena persona para ser el seleccionador porque nos consentía todo”, señala Juan Manuel Asensi. Era el partido inaugural de la Eurocopa y los presagios no eran buenos; las encuestas defendían que España solo tenía un 3% de probabilidades de ganar el torneo.

Tampoco las tenían todas consigo los italianos, que contaban con futbolistas espléndidos (Zoff, Gentile, Tardelli, Antognoni, Roberto Bettega…), pero no convencían con su propuesta, más tosca que atildada. “En un amistoso previo en Torino, no pararon de silbarnos, fue dramático”, recordaba Gentile. “Si no marcamos al principio, será difícil que el público esté a nuestro favor”, aclaraba Benetti. Pero San Siro fue un caldero, entregado a los suyos. No le importó a España. “Sabíamos todo sobre ellos, desde hacia dónde salía en el regate Bettega hasta cómo tiraban los córners”, recuerda Asensi. “Pero lo que nos impresionó”, intercede Rafa Gordillo, “fue cómo arreaban. Eran muy agresivos, iban al límite”. Por eso, Quini salió del partido con los tobillos hinchados. Aun así, España no ganó de chiripa; Juanito conectó un disparo que escupió el larguero y a Satrustegui le anularon un gol. “Era válido”, defiende Gordillo. “Ya se sabe que con el anfitrión…”, se lamenta Asensi.

» Eurocopa 1988. Primera fase. Italia, 1-España, 0. Llegaba España a la cita con pedrigí —muchos de los jugadores habían sido campeones en el 86 con la sub 21 y lideraba el equipo la Quinta del Buitre—, pero sin confianza, puesto que ese año había disputado seis partidos sin victoria alguna (tres empates y tres derrotas), bajo las órdenes de un Miguel Muñoz que no daba con la tecla. Encuadrados con Dinamarca, la RFA e Italia, el duelo ante los azzurri era capital porque se ganó a los daneses y aguardaban los anfitriones. “Era la clave”, anticipa Genar Andrinua.

Para nosotros fue una victoria épica”, dice Dino Baggio sobre el Mundial de 1994

“Ancelotti se la dio a Altobelli, que hizo una finta y me la dio al límite del área. Me giré, chuté cruzado y batí a Zubizarreta”, recuerda Vialli. Un duelo que no empezó bien, lesionado Míchel por el entonces imberbe Paolo Maldini. “Tenían grandes futbolistas de la Sub 21 a los que le ganamos en la final, como Zenga, Di Napoli, Giannini, Donadoni, Mancini... acompañados por gente tan magnífica como Bergomi, Baresi, Vialli...”, reseña Andrinua; “era, en definitiva, un equipo sin grandes genialidades individuales, pero muy competitivo. Y, al final, acertaron”.

» Mundial 1994. Cuartos. Italia, 2-España, 1. Pocos partidos han quedado tan grabados en la memoria colectiva como ese, con el fatídico remate de Julio Salinas al cuerpo de Pagliuca, el codazo de Tassotti al tabique nasal de Luis Enrique y el tanto final de Roberto Baggio.

Equipo repleto de jugadores defensivos, España dio batalla hasta el final, con juego más directo que de asociación. “El pase a Julio se lo di yo. Pero no colaboró porque no acertó...”, bromeaba tiempo después Nadal. “Ese gol hubiera cambiado todo”, convenía Chapi Ferrer. “Y luego Roberto Baggio nos amargó la fiesta”, definió Caminero. “Para nosotros, sin embargo, fue una victoria épica”, rememora Dino Baggio, que aún se emociona al recordar que estaba medio lesionado y que le pidió a Sacchi que no le sacara del equipo; “¡Y marqué el primer gol!”. Prosigue: “El fallo de Salinas fue increíble, pero Pagliuca lo hizo bien. Es verdad que Tassotti le dio un codazo a Luis Enrique enmarcado en un partido duro, intenso, solo resuelto por Baggio, que esas no las falla”.

» Eurocopa 2008. Cuartos. Italia, 0-España, 0. Partido táctico y cerrado, el duelo llegó a los penaltis porque el tiro de Senna lo repelió el poste y porque Casillas sacó una mano tremenda a un disparo de Camoranesi. Güiza aceleró las pulsaciones con su fallo desde los 11 metros, pero Casillas recobró el color de la selección al detener los lanzamientos de De Rossi y Di Natale. Cesc, como hiciera el miércoles ante Portugal, marcó el penalti decisivo.

“Estaba segurísimo de que Iker iba a parar algún disparo”, dijo Luis Aragonés; “además de ser un gran meta, trabajó con Otxotorena —preparador de los porteros— los lanzamientos con vídeos sobre los contrarios”. Acertaron Villa, Cazorla, Senna y, finalmente, Cesc, el futbolista más joven de esa selección (21 años), que, de camino al punto de cal, hablaba en alto consigo mismo, concienciándose de que era posible cambiar la historia. Le pegó con el interior, abajo y a la derecha del portero. “Me dijeron que tiraba el quinto. Perfecto”, explicó después el centrocampista; “quería demostrar que estaba para los momentos importantes, además devolver la confianza que se me dio”.

Ese penalti sirvió para que España cogiera carrerilla, con el laurel de la Euro y luego del Mundial. Mañana, de nuevo, Italia y España se encontrarán en el camino, con la gloria como premio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_