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“Esto es de lo poco que me quedaba por vivir”

Ferrero, de 32 años y ex número uno, estrenará la central de Wimbledon al enfrentarse con el campeón vigente, Djokovic

Juan José Mateo
Cascales y Ferrero, en Wimbledon.
Cascales y Ferrero, en Wimbledon.

Es el momento de más prestigio de todo el año. El campeón será el primero en mancillar la impoluta hierba de la central más sagrada del tenis. En Wimbledon, este lunes (14.00, Canal+), Novak Djokovic se enfrentará a Juan Carlos Ferrero. Son dos números uno en el escenario de mayor rango. “Juego”, dijo el serbio; “contra alguien que ha sido un ídolo, contra un campeón de la Copa Davis, de torneos grandes; contra alguien muy apreciado y al que nosotros, los tenistas, respetamos mucho; contra alguien que siempre es muy peligroso”. Cuando ya la retirada aparece en el horizonte, Juan Carlos Ferrero, de 32 años, se sienta a hablar de una ocasión única con Antonio Martínez Cascales, su mentor desde 1989.

Juan Carlos Ferrero. Ya te lo he comentado antes. Esta es de las pocas cosas que no he vivido en mi carrera, poder pisar la pista central el primer día de Wimbledon. No he ganado aquí y no había coincidido jugar contra el vigente campeón. Dentro de lo malo que es que te toque un sorteo así, hay que disfrutarlo, porque es una experiencia bonita.

Antonio Martínez Cascales. Como dices, si no has ganado aquí es muy difícil que te pongan en la central el primer partido. Me hubiera gustado que no te tocara, pero ahora que te ha tocado…

J. C. F. Será complicado. Djokovic está sólido de los dos lados, ha mejorado el revés, y en estas pistas se desenvuelve muy bien. Hay que estar bien mentalmente. No puedo venirme abajo. Tengo que saber que se puede ir en el marcador. Tengo que estar suelto, aunque cuesta contra este tipo de jugadores en momentos delicados. La clave para intentar tener alguna posibilidad es ser agresivo y estar mentalmente muy fino. Ya sé de antemano que me dirás que tengo que llevar la iniciativa, porque a él le gusta mandar.

A. M. C. Hombre, y además de eso no sabemos cómo llegará Djokovic. No sabemos cómo habrá preparado la hierba [no juega desde la final de Roland Garros, en tierra]. Tienes que recordar cómo es la hierba, que puedes ir 0-40 o 40-0 y que en 25 segundos, así de repente, te saque ventaja el otro. Hay que saber superar eso, más bien admitirlo. Siempre has jugado bien estos partidos en las pistas buenas. No te recuerdo ninguno malo en estas pistas importantes.

Djokovic está sólido de los dos lados, ha mejorado el revés, y en estas pistas se desenvuelve muy bien. Hay que estar bien mentalmente. No puedo venirme abajo

J. C. F. Y ya me he recuperado de la salmonelosis que cogí en París, casi estoy en el peso de antes, que perdí tres kilos y me sentí flojo. Este año estoy enganchando todo tipo de cosas. Ya estoy acostumbrado.

A. M. C. Cuando terminaste el partido con Cilic [en París, que perdió] me dijiste: ‘La edad no perdona, las piernas me ardían en el primer set’. Y luego nos encontramos con que estabas enfermo. Una cosa es que tengas una lesión, que te tengas que recuperar de una operación y te den un plazo de meses. Otra es lo que te está pasando estos meses, una cosa detrás de otra, seis o siete enfermedades y lesiones desde el Abierto de Estados Unidos. Así es difícil ponerte en forma, y mentalmente cuesta. No se puede hacer nada. ¡Gracias a Dios que tienes facilidad para ponerte a jugar bien con pocos entrenamientos!

J. C. F. En París ya te dije que había que intentar disfrutar de estos torneos, porque no sabía si sería el último o el penúltimo año de mi carrera. Recuerdo que en mi primer Wimbledon ya jugué en la central con Rusedski (en tercera ronda de 2001). Fue una sensación bonita. Aunque me ganó, vi que podía jugar bien en hierba.

A. M. C. ¡Ni me acordaba que fue con Rusedski!

J. C. F. Eso me suena, pero hace tanto tiempo ya…

A. M. C. Aquí siempre te han tratado muy bien, siempre te ponen en muy buena pista. En ese sentido, incluso te han puesto en mejores pistas aquí que en Roland Garros.

J. C. F. Incluso no, seguro.

A. M. C. Es verdad, seguro. Esa sensación de que sea el último o penúltimo Wimbledon se vive de una forma especial, pero también todo sigue. Volveremos más veces, con otros jugadores. Para ti será una experiencia distinta, pero tendrás que hacer como yo: sentirte dentro de la pista estando fuera.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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