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Ante el espejo de Sudáfrica

España busca hallar frente a Francia las sensaciones del Mundial, en el que también sufrió en la primera fase Del Bosque, “con el optimismo justo y moderado”, admite dudas en la alineación

José Sámano
Del Bosque, en el entrenamiento de ayer.
Del Bosque, en el entrenamiento de ayer.ALEJANDRO RUESGA

Laurent Blanc, que no es un guiñol, sino alguien que ha jugado 97 partidos con Francia, con la que ha ganado un Mundial y una Eurocopa, lo tiene claro: “Al que le guste el fútbol le tiene que gustar España”. “Francia es una selección que hace muy buen fútbol y contra nosotros no creo que se repliegue y quede a merced de nuestra iniciativa”, replicó después Vicente del Bosque. Sátiras televisivas al margen, tanto desde la concentración francesa como desde la española, los piropos mutuos han sido constantes. Tienen motivos.

El equipo de Del Bosque llega a la cita con 17 partidos oficiales sin conocer la derrota (desde el estreno con Suiza en Sudáfrica 2010). Los números de Francia tampoco son desdeñables. En plena renovación, la impulsada por Blanc tras el amotinamiento en el periodo de Raymond Domenech, Francia ha estado invicta en 23 encuentros hasta su batacazo con Suecia en este campeonato. El cartel mide a los dos equipos que lideran la posesión del balón (63% España, 56% Francia) y los que más rematan a puerta (13 de media los españoles, 12 los bleus). “Nos sitúan como favoritos porque nos avala el presente”, puntualizó el técnico salmantino, que recordó que España jamás ha ganado a Francia en un partido oficial, por lo que afronta el reto “con un optimismo justo y moderado”.

“España ha creado algo especial en estos últimos cuatro años. Es un placer verla jugar, un regalo. Yo me permito no criticarla”, sostuvo Blanc, que reconoció abiertamente que, tras la derrota con los suecos, hubo tensiones en el vestuario. Ben Arfa y él tuvieron una acalorada discusión: “A algunos se les aparecieron los fantasmas de Sudáfrica [en referencia al motín de entonces contra Domenech], pero ya está todo solucionado”. “Es muy difícil mantener una convivencia perfecta en un vestuario. Nosotros no nos podemos quejar aunque haya algunos que no han jugado”, manifestó Del Bosque, que agregó cuál es su manual al respecto: “Intento imponer una autoridad compartida con los futbolistas. Me parece que es un síntoma de fortaleza”. Blanc ha provocado una extraordinaria mutación en Francia, hasta el punto de que la mitad de los convocados no han jugado jamás un gran torneo.

Con la vuelta de Cabaye, un interesante jugador de medio campo, y la entrada del central Koscielny por el sancionado Mexès, Francia, salvo sorpresa de última hora, tiene muy perfilado el equipo titular, en el que su esqueleto principal lo forma su tripleta ofensiva; Ribéry-Nasri-Benzema. No tan claro dijo tenerlo Del Bosque, que admitió “algún debate interno sobre el once”. Eso sí, recalcó que decidirá “con normalidad, sin ningún ataque de entrenador”. Todo apunta a que la ecuación a resolver pasa por Cesc o Torres. El doble pivote en el eje (Xabi Alonso cumplirá hoy 100 partidos) no parece estar en discusión: “Intocable no hay nada. Podemos ser firmes en eso y cambiar durante el encuentro si las cosas no funcionan”. “Somos un equipo”, prosiguió Del Bosque, “bastante estable, que no da tumbos… Pero malo del que no dude teniendo estos jugadores”. Con críticas más o menos ácidas, el seleccionador siente que existe “una corriente de simpatía alrededor de la selección”.

Decidiré con normalidad, sin ningún ataque de entrenador. Intocable no hay nada” Del Bosque

Francia y España se enfrentarán en el impresionante Donbass Arena, de Donetsk, un estadio con capacidad para 49.400 espectadores financiado con 320 millones de euros por el multimillonario local Rinat Akhmetov, el 39º en la lista de Forbes, el mismo tártaro hijo de minero que se ha comprado en Londres un ático por 153 millones. El propietario del Shakhtar (significa precisamente minero) demostró así a Roman Abramóvich cuáles son sus poderes. En esta catedral de la principal cuenca minera de Ucrania, inaugurada por Beyoncé en 2009, se jugará hoy España su pase a la semifinal con unos 20 grados más de los que ha tenido en su cuartel polaco de Gniewino, a 1.900 kilómetros de Donetsk. Francia siempre ha estado, durante el torneo, en estas tierras de acero y carbón. Aquí espera el último equipo que eliminó a España en un gran campeonato (2006). Pero esta es otra historia y España prefiere mirarse en el espejo de Sudáfrica, donde también sufrió en la primera fase y luego...

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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