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Dzagoev, el preciso llegador alano

El jugador ruso, máximo goleador de la Eurocopa junto a Mario Gómez, ha convertido tres goles con solo seis remates a portería

LADISLAO J. MOÑINO
Dzagoev, tras marcar frente a Polonia.
Dzagoev, tras marcar frente a Polonia.KAI PFAFFENBACH (REUTERS)

Alan Dzagoev (Beslan, Rusia; 1990), el máximo goleador hasta el momento de la Eurocopa junto a Mario Gómez, ambos con tres goles, es muy educado, pero habla poco. Se le dibuja cara de pillo-tímido cuando baja la mirada para sonreír y asegurar que “el sol de España o Italia” le “atrae más que Inglaterra”, conquistado por la luz blanca que en febrero le deslumbraba en la concentración del CSKA de Moscú en Campoamor. Igualmente, adopta un gesto serio cuando se le pregunta por los conflictos en Osetia. Él es de la parte norte, descendiente de los alanos. En Beslan, en 2004, un comando musulmán checheno se apoderó de un colegio de enseñanza media. La acción acabó con 300 muertos, la mayoría niños. “Prefiero hablar de otra cosa”, advierte con solemnidad, la misma que emplea para mencionar que se distrae con la música étnica de su región o de su referente Aldonin, compañero suyo en el CSKA de Moscú: “Es el futbolista en el que más me fijo. Admiro su capacidad para meter goles importantes, nos ha salvado muchas veces en partidos en los que no estábamos jugando muy bien”.

De alguna manera, dos de sus tres goles en esta Eurocopa han respondido a esa puntualidad para aparecer en el momento oportuno que admira en Aldonin. Ante la República Checa abrió el marcador cuando los checos dominaban el partido. Y ante Polonia emergió de la misma manera justo cuando los anfitriones gobernaban el juego. Todo con una efectividad devastadora, dos goles de tres remates ante Chequia y uno de tres ante los polacos. No tiene una influencia en el juego como Arshavin, pero sus llegadas están siendo fantásticas. “Es un ejemplo para el resto de los chicos jóvenes, siempre está pensado en mejorar”, dice de él Leonid Slutski, técnico del CSKA de Moscú. “Tiene una gran capacidad para llegar desde atrás, debe mejorar en algunos aspectos como la continuidad en el juego, pero es el talento joven con más futuro del fútbol ruso”, le elogia Victor Onopko, segundo entrenador del CSKA.

En esta Eurocopa, Advocaat le utiliza como extremo derecho, una posición en la que el técnico holandés exige ida y vuelta: en defensa Dzagoev debe replegarse hacia adentro y dispararse para legar desde la segunda línea cuando Rusia recupera la pelota. En los dos partidos disputados hasta el momento su sacrificio ha quedado registrado con 11 y 10 kilómetros por partido.

La historia de Dzagoev en el fútbol se empezó a escribir con los pies colgados de una valla de los campos del Yunost Vladikavkaz: “Me sentaba allí todos los días para ver entrenarse a los infantiles. Yo tenía ocho años. Y un día, el entrenador, que me veía siempre allí, me dijo que si quería entrenarme con ellos. Hasta los 12 años no me entrené con chicos de mi edad. Eso me dio carácter. En el campo no puedes mostrar que eres un flojo, aunque lo importante es que ese temperamento no perjudique a los intereses del equipo”.

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Sobre la firma

LADISLAO J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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