Federer tumba a Federer

En las semifinales de Roland Garros, el suizo Roger Federer pega primero. Suyo es el break inaugural, con el que se adelanta en la primera manga. Suyas son las dos primeras roturas de la segunda manga, donde llegará a procurarse una tercera y a sacar para hacerla suya. Suyas son todas esas oportunidades para doblegar al serbio Novak Djokovic, que sin hacer nada especial, apenas manteniendo la intensidad, acaba ganando en sets corridos: 6-4, 7-5 y 6-3. El número uno mundial disputará su primera final de Roland Garros contra Rafael Nadal, el defensor del título, al que ha ganado siete de los últimos nueve partidos. Para llegar a esa cita, necesitó algo de ayuda. En realidad, Federer tumbó a Federer.

Nadal está a un nivel impresionante”

“Espero que esta final sea más corta que la de Australia, la victoria más bonita y emocionante de mi carrera”, dijo Nole en referencia a la primera final grande de 2012, que le ganó al mallorquín en 5h53m, el duelo más largo de la historia de los partidos decisivos de los torneos del Grand Slam. “Nadal está a un nivel impresionante”, admitió. “Para mí estar en la final es un sueño”.

Para mí estar en la final es un sueño”

Antes, Federer desaprovechó sus oportunidades. El campeón de 16 grandes insistió e insistió en atacar el revés de Djokovic, huyendo de su derecha. Para completar su plan, y como ya le había pasado durante el torneo, le faltaron piernas. Escaso de movilidad, golpeó frecuentemente mal colocado y así se fueron diluyendo sus posibilidades, porque ni siquiera él puede ganar jugando solo con los brazos. Federer lleva ya un año sin competir una final grande y más de dos sin ganar un trofeo de la máxima envergadura. Su tenis sigue perteneciendo al reino de los elegidos, pero al día de hoy la rivalidad ya es otra: también en París, Nadal contra Djokovic.