La apuesta personal de Del Bosque

Raúl Albiol (Villamarchante, Valencia; 1985) no ha sido santo de la devoción de Mourinho, siempre un problema para acudir a cualquier selección cuando no has contado en tu equipo. Que si falta de ritmo, que si falta de tensión, que si falta de físico. Pero Albiol, por su savoir faire, se han convertido en un fijo de Vicente del Bosque, el central más elegante por si llega el caso de tener que tener el balón, una de las pasiones de La Roja, que ha hecho de la pelota su monumento.

Albiol no es el futbolista más rodado de la competición española, pero quizás por eso, se antoja necesario en cuanto a frescura, a la vista del cansancio acumulado por el resto de sus compañeros. Hay que medir las fuerzas y el central es el menos desgastado de todos los convocados por Del Bosque. Puede considerarse, en cualquier caso, una sorpresa porque otros aspiraban a ese puesto que se habían ganado en la Liga. Pero la selección necesita también mantener un espíritu de grupo, no alterar demasiado la concordancia de las distintas partes.

Albiol es la apuesta personal de Del Bosque, a pesar de que Mourinho le haya relegado a un papel terciario en el Real Madrid, solo utilizado cuando las urgencias le reclamaban o cuando su técnico apelaba a raíces de otra cepa. Pero el seleccionador sigue creyendo en él, en su salida del balón, en su capacidad para el cruce, en su capacidad para suplir a los titulares si llega el caso. Como en el Madrid, será la alternativa, el que tenga que suplir las espaldas de algún accidentado, sancionado, o el que tenga que tener el balón en la zona defensiva para que el fútbol fluya. Si llega el caso, allí estará.