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Entrevista:RAÚL ALBIOL | Defensa del Real Madrid

Albiol: "Debería tener más mala leche"

Entrevista con el defensa ex valencianista, ahora jugador del Real Madrid

Eleonora Giovio

Raúl Albiol (Villamarchante, Valencia; 1985) se pasea por Valdebebas como un intruso. Lleva tan sólo tres días trabajando con sus nuevos compañeros en el Madrid y bastante ha hecho con renunciar a parte de sus vacaciones para encontrar casa: "Es que con la pequeña

[una hija de cuatro meses] es muy complicado un hotel. Quería tenerlo todo preparado para cuando llegáramos". A un mes de cumplir 24 años y a pesar de definirse como "muy tímido", transmite mucha seguridad.

Pregunta. ¿Por qué le apodan Chori?

Respuesta. Porque soy igual de largo que un chorizo. Es un mote que me pusieron en el Valencia. En la selección española ya lo utilizan algunos y a Iker [Casillas] le he dicho que no se atreva a soltarlo aquí.

P. Es de pueblo. ¿Cómo era la vida en Villamarchante?

R. Tranquila. Siempre he hecho vida de pueblo. Es de lo más agradable: todos te conocen y conoces a todos. Vuelvo siempre que puedo para ver a mis padres, que tienen un establecimiento de lotería.

P. ¿Qué es lo que más echa de menos de allí?

R. Los almuerzos.

P. ¿Por qué se salió de esa tranquilidad para ser futbolista?

R. Porque mi padre y mi hermano mayor jugaban al fútbol y yo les imitaba en todo. Además, de pequeños, el único juguete que teníamos era una pelota.

P. Estaba muy bien asentado en el Valencia. Quizá era el único que no se esperaba salir de él. ¿Fue el fichaje por el Madrid un jarro de agua fría?

R. Para nada. Es verdad que me crié en la cantera del Valencia y soy valenciano... Llevaba toda una vida allí sintiéndome a gusto. Pero, si tenía que salir, el mejor sitio era el Madrid.

P. ¿Cree que era el momento?

R. El momento viene. Sin más. Nunca puedes decir si es el momento o no. Ya se verá si respondo a las expectativas y demuestro que puedo jugar en este equipo. Pero eso sólo depende de mí, de mi trabajo.

P. ¿Le duró mucho el shock?

R. No. Sólo pensé en disfrutar de una nueva etapa.

P. Por lo alto (1,87 metros) que es, sorprende que sea tan rápido.

R. Es que suelo entrenarme con Usain Bolt... (risas). Cada jugador tiene sus características y yo siempre he tenido las piernas y las zancadas largas. Tengo que entrenarme bien en velocidad porque me cuesta más moverme. Un jugador, por muy alto que sea, tiene que saber moverse y tener una buena salida.

P. Paco de Miguel, preparador físico del Valencia, dice que su secreto es la coordinación.

R. La trabajé... Tuve problemas de crecimiento. Hubo un momento en el que pegué un estirón muy grande y, claro, iba muy descoordinado. Parecía un pato jugando. En cadetes, estuve muchos meses con un preparador físico personal haciendo ejercicios de coordinación.

P. También, para ser central, hace pocas faltas. Una cada 75 minutos por una cada 33 de Marchena o una cada 61 de Pepe. ¿Cómo se defiende?

R. Mi juego es cortar el balón sin hacer faltas. Supongo que ni es bueno hacer muchas ni es bueno hacer pocas. Quizá debería encontrar el equilibrio perfecto. Es un aspecto que mejorar.

P. ¿Cree que el buen defensa es el que saca los codos y hace valer su poderío físico?

R. El buen defensa es el que se hace respetar. Pegar codazos, por mucho que se diga que hay que ser duro, no te convierte en un buen defensa. Hay que ser duro, sí, pero sólo con el balón de por medio.

P. ¿Cómo se hace respetar?

R. Haciendo buenos partidos. Demostrando que por tu camino no pasa nadie y que es muy difícil superarte.

P. ¿Tiene mala leche?

R. Debería tener más. Siempre se puede mejorar...

P. ¿En qué?

R. Pues... en la contundencia. Debería aprender a ser más duro. Lo importante, más allá de que el técnico te dé unas directrices, es que te des cuenta de que puedes mejorar.

P. ¿Se define como líder?

R. No, no soy un líder, sino un trabajador que intenta hacer las cosas con ganas e ilusión y aportarlas al equipo. Soy un compañero más que respeta a todos.

P. ¿En quién se fijaba de niño?

R. En Fernando Hierro, muy alto, con un buen golpeo del balón... Daba gusto verlo.

P. ¿Qué le puede aportar un central como Pepe

R. Tiene unas condiciones físicas extraordinarias. Creo que me compenetraré bien con él. Será un buen método de aprendizaje.

P. Se le ve más seguro compartiendo la zaga con alguien que tiene experiencia.

R. No. Me siento seguro con cualquiera. He jugado con Alexis, de mi edad, y hemos hecho buenos partidos. También, malos... Depende de la situación del equipo, de muchas cosas... Si te pilla el buen momento, es más fácil compenetrarte con cualquiera.

P. Dijo Casillas en la Copa Confederaciones que si había que ponerle una cara al grupo español era la suya porque representa todo los buenos valores.

R. Son los que me transmitieron mis padres. Me han enseñado desde pequeño cómo hay que ser en esta vida: humilde, trabajador y sin hacer daño a nadie. Por ese camino voy y por él seguiré. El fútbol te enseña otras cosas, como la convivencia.

P. ¿En quién se va a apoyar en el Madrid para que su adaptación sea más rápida?

R. En mi esposa, mi niña, mis padres..., mis hermanos por teléfono. Y en mis compañeros.

P. ¿Qué grupo se ha encontrado?

R. Acogedor. Yo soy muy tímido al principio y me cuesta, pero me lo están haciendo muy fácil.

P. ¿Ha notado ya alguna diferencia entre Unai Emery y Manuel Pellegrini?

R. Es que cada uno trabaja de una forma y cada uno ve el fútbol de un modo distinto.

P. ¿Y qué fútbol le gusta a Pellegrini?

R. El fútbol de toque. Los que mejor lo han hecho son el Barcelona y el Villarreal.

P. ¿Lo podrá hacer aquí con facilidad?

R. Sí, porque sobra calidad. El Madrid tiene un potencial tan grande que puede jugar de muchas maneras.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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