Liquidación por descenso
Con el traspaso de Diego López, el Villarreal inicia la venta de sus futbolistas más cotizados
“No vamos a necesitar vender. No estamos en agonía. Que no vengan a pescar donde no se puede pescar”. Así de claro se mostró una semana atrás Fernando Roig. Un aviso para navegantes o estrategia de venta que el presidente del Villarreal quiso aclarar ante los posibles clubes pretendientes de sus futbolistas más cotizados. Sin embargo, seis días después, en la noche del martes, la entidad amarilla anunciaba la venta de Diego López al Sevilla por tres millones. Cinco años atrás, el Villarreal pagó seis al Madrid por un portero de 25 años en cuya hoja de servicios solo figuraban dos partidos de Liga y siete de Copa en los dos años que permaneció a la sombra de Iker Casillas. Después de cinco temporadas, 171 partidos de Liga, 38 en Europa, con dos participaciones en la Champions y alcanzada la internacionalidad, Diego López tiene un valor de tres millones. El conjunto hispalense ha pescado en aguas revueltas.
Con el descenso a Segunda, el Villarreal se ha quedado sin ingresos por los derechos de televisión, que le reportaban 30 millones de euros por temporada, y por ello tendrá que reorganizar la partida de gastos arreglo a sus ingresos. “El presupuesto no llegará a los 30 millones”, estima Roig, que espera contar con la masa social que respaldaba al club en Primera, en torno a los 20.000 abonados. “Voy a poner parte de mi patrimonio. Con la pasta que voy a poner yo y alguno de mis consejeros, saldremos reforzados”, explicó Roig en su primera comparecencia ante los medios una vez consumado el descenso. Después de eso, renovó por una temporada a Marcos Senna. La figura del presidente ha salido reforzada hasta el punto de que no ha habido ningún reproche a la gestión de los Roig a pesar de la pérdida de categoría. En Vila-real entienden que sin Roig, el fútbol de élite no habría existido ni existirá en la población castellonense de 50.000 habitantes. Sin ir más lejos, el viernes pasado, Roig recibió el homenaje de 4000 peñistas agradeciendo sus 15 años de gestión en el club.
Fernando Roig aseguró que no habría apenas ventas, pero el portero ha tardado pocos días en marcharse
El Villarreal se ha convertido en un buen almacén de compras para muchos clubes. La venta de Diego López a la baja puede marcar la pauta y es la primera de las muchas salidas que se esperan en el Villarreal, que pretende hacer caja y, a la vez, desprenderse de todos los futbolistas con millonarias nóminas. Nilmar (con un sueldo de 380.000 euros mensuales) y Borja Valero, por los cuales ya han mostrado interés varios clubes, serán los próximos en dejar El Madrigal. Por sus elevados emolumentos y su bajo rendimiento, el Villarreal tampoco cuenta con Zapata y De Guzmán y suspira por venderlos a sabiendas de que su cotización ha disminuido. La contratación de ambos supuso un desembolso de 15 millones. Cani, Gonzalo Rodríguez y Marchena, con fichas superiores al millón de euros, tampoco tienen la continuidad asegurada a pesar de contar con contrato en vigor.
Bruno Soriano, el emblema de la cantera, se ha puesto en manos de la voluntad del club. El Valencia desea al centrocampista, que se encuentra concentrado con la selección española. Sin embargo, las relaciones con el Villarreal están deterioradas desde el penúltimo partido de Liga. “No creo que el Valencia se atreva a preguntarnos por Bruno”, advierte Roig. Caso aparte es Rossi. El internacional italiano tiene suspendida su cotización debido a la lesión de ligamentos que le tiene apartado de los terrenos de juego desde el pasado octubre. No se le espera hasta febrero del 2013. “Rossi nos ayudará para el ascenso”, dijo Roig que, mientras tanto y a la espera de su recuperación, tendrá que seguir pagando los tres millones de euros que figuran en el contrato del italoestadounidense.
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