Venezuela vuela con Maldonado
El piloto de Williams se impone a Alonso y Raikkonen y se convierte en el primer ganador de su país
Sostienen los más entendidos en la fórmula 1 que los muchachos que están en fase de aprendizaje y pretenden manejar uno de los 24 monoplazas que forman la parrilla deben ir mandando mensajes para llamar la atención de las escuderías y que, además, deben hacerlo tanto dentro de la pista como fuera de ella. Si hay alguien que tiene ese mandamiento tatuado a fuego es Pastor Rafael Maldonado, piloto de Williams y, desde ayer, el primer venezolano que gana un gran premio. Teledirigido de forma brillante desde la barrera, el sudamericano fue capaz de resistir el asedio de Fernando Alonso, que terminó segundo y recuperó el liderato de la clasificación general por puntos, empatado con Vettel, y de Kimi Raikkonen. El finlandés acumula dos podios consecutivos, un indicativo clarísimo de la inercia que lleva Lotus en un Mundial que enamora a la hinchada en la misma medida que desquicia a los técnicos, incapaces de predecir un carrusel que ha dado cinco ganadores de cinco equipos distintos en las cinco primeras citas.
‘Pastorcito’ se encantó un pelín al arrancar y eso abrió una rendija al español, que le pasó
El vértigo impulsa un campeonato de lo más generoso con los aficionados, que disfrutan de las presentaciones que se suceden. Malasia iluminó a Checo Pérez (terminó segundo); Bahréin, a Romain Grosjean (tercero), y Montmeló, a Pastorcito, que logró el primer triunfo para Williams desde el del colombiano Juan Pablo Montoya en Brasil en 2004. La fiesta de la escudería de Grove, sin embargo, estuvo en un tris de concluir en tragedia cuando el taller azul comenzó a arder, con gran parte del personal dentro, mientras se celebraba el triunfo. Un desenlace demasiado traumático que terminó acaparando el protagonismo que merecía Maldonado, auténtico héroe del día tanto por el trabajo realizado como por el botín obtenido.
Cómodamente situado en la pole, el de Maracaibo se encantó un pelín al arrancar y eso abrió una rendija a Alonso, que le ganó el interior del primer viraje y se colocó al frente del pelotón, una posición que pudo defender hasta que Maldonado enfiló el carril de los garajes por segunda vez (25ª vuelta). Nada más reincorporarse, el Willams se puso a volar y recuperó la manija dos giros después, cuando el español afrontó su parada, y ya no la dejó hasta cruzar la meta por más presión que le metió su perseguidor.
Renault despidió al sudamericano por atropellar a un comisario en Mónaco
Una demostración de temple y madurez que Venezuela entera celebró como si fuera una cuestión de Estado. Una alegría comprensible, en cualquier caso, si se atiende a los 51,1 millones de euros que el Gobierno del país insufla al equipo británico a través de Petróleos de Venezuela, SA. El contrato entre ambas compañías está al alcance de cualquiera que disponga de un ordenador conectado a Internet y las cifras que figuran en él han provocado gran controversia en el seno del Parlamento del país.
Maldonado es uno de los caprichos de Hugo Chávez, que se ha hecho cargo de su trayectoria desde que comenzó a demostrar su arte por las calles de Mónaco, donde ganó tres veces —una, en las World Series (2006), y dos, en GP2 (2007 y 2009)— después de una triste irrupción. Fue en la cita de las World Series de 2004, inmediatamente después de convertirse en el miembro más joven del programa de desarrollo de Renault, al arrollar a un comisario sin percatarse de las banderas amarillas que ondeaban. Aquel accidente le costó una suspensión de cuatro carreras y el despido por parte de la marca del rombo. Estos altibajos le acompañaron hasta que tocó fondo hace tres años, cuando fichó por una de las escuderías más potentes de la GP2 para ganar y terminó abochornado por Nico Hulkenberg, su compañero, que se llevó la corona de calle a pesar de ser un novato.
Recuperó la cabeza dos vueltas después y demostró temple y madurez
El último tren hacia la F-1 se le presentó en 2010, ya con 25 años cumplidos, una oportunidad que no desperdició y que le abrió las puertas de Williams con vistas a 2011 arrebatándole la plaza curiosamente a Hulkenberg. “Patria, socialismo o muerte, estamos venciendo”, proclamó aquel día Maldonado, ya como campeón, una dedicatoria hacia su mecenas que ayer, nada más bajarse del podio, enfatizó un poquito más. “Hacía casi 30 años que Venezuela no tenía un piloto de fórmula 1. Por eso me siento tan orgulloso. Tengo la suerte de contar con todo un país detrás de mí, empujándome”, estalló el primer venezolano que participa en el Mundial desde que Johnny Cecotto se retirara en 1984.
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