La misma piedra en el mismo puente

Como si no supieran que la transición ofensiva a la contra le dura al Chelsea un suspiro; como si no estuvieran avisados de que, si no jugaban ordenados, invitaban al rival a pillarles la espalda; como si fuera necesario recordarles que, con 0-0 y en el minuto 44, es mejor guardar la posición que correr como un pollo sin cabeza, los jugadores del Barça encajaron un gol que estaba escrito en el guion. El axioma es sagrado para Pep Guardiola: si atacas mal, te defiendes mal. Y eso pasó en The Bridge (El Puente, como llaman los blues a su estadio) en la cita de este miércoles.

Messi se midió con Lampard en terreno del Chelsea, más allá del círculo central, y perdió el balón. Era tan lícito intentar el regate como sorprendente el cúmulo de errores que acumularon los cuatro defensas barcelonistas, que, mal colocados, facilitaron la contra azul. Cuando Messi perdió la pelota, Alves estaba de viaje; Puyol cerró la jugada por la banda equivocada, ofuscado en Drogba, y Mascherano trató de corregir el error del capitán, así que perdió de vista al marfileño. Para colmo, no recuperó el sitio a tiempo Adriano, que apareció en la escena demasiado tarde.

Cuando Busquets (el de Badia y Xavi fueron los únicos que estaban en su lugar y ejecutaron correctamente sus movimientos tras la pérdida del balón) salió a taparle, Lampard sacó talento del fondo de su chistera, ignoró el desmarque que le tiró Drogba en vertical y abrió a la carrera de Ramires, que había encontrado una autopista a su izquierda. Xavi, pese a su desbocada carrera, ni le vio el número, bastante hizo con seguir su estela, y Alves, sencillamente, no estaba. “Nos da mucho más que nos quita”, se suele justificar al brasileño cada vez que un error suyo pasa factura al equipo.

A Guardiola se le atraganta el equipo inglés: van tres duelos, con un saldo de dos empates y una derrota; primero con Hiddink y ahora con Di Matteo

De los 52 conjuntos contra los que ha jugado el Barcelona con Guardiola en el banquillo, solo a uno, el Chelsea, no le ha conseguido ganar nunca: van tres duelos, con un saldo de dos empates y una derrota; primero con Guus Hiddink y ahora con Roberto di Matteo, a Guardiola se le atraganta el azul. De los seis partidos de ida en las semifinales de la Copa de Europa que se han saldado con derrota azulgrana, solo en una ocasión ha remontado en el de vuelta: contra el Göteborg en 1984. La historia recuerda igualmente que, en competición europea (Copa de la UEFA, Recopa, Copa de Ferias) en seis de nueve ocasiones en las que ha perdido por 1-0 en la ida supo resolver en la vuelta.

Hay un precedente contra el Chelsea que invita a los aficionados del Barça al optimismo. En el curso 1999-2000, en los cuartos de la Champions, el Chelsea ganó en Londres (3-1) y el Barça lo despachó con prórroga y goleada (5-1) en una noche inspirada, de la que el miércoles se cumplieron 12 años. Aquel día, con Vialli y Van Gaal, la jugada que originó el gol en contra, en el minuto 7, llegó tras una pérdida del balón por parte de Xavi en una zona casi idéntica a la jugada del pasado miércoles. Entonces también voló el Chelsea a la contra y marcó Gudjohnsen tras una serie consecutiva de errores de la defensa azulgrana. La misma piedra en el mismo puente.