Brindis por una nueva generación de oro

No es fácil peritar la calidad de los jugadores con acné. Un ejemplo lo resume. Pau Gasol no era titular en el Mundial júnior que ganó en 1999 la selección española que se dio en llamar, con justicia, la generación de oro. Un año antes, aquel equipo se adjudicó el torneo de Mannheim, Mundial oficioso de la categoría, el mismo que el sábado, 14 años después, volvió a conquistar España.

La labor que despliegan los clubes de la ACB, un regimiento de entrenadores, ojeadores y agentes, y la trabajadísima estructura construida a tal efecto por la federación (FEB), da sus frutos. El nivel de las selecciones de base es impresionante, en consonancia con la de Sergio Scariolo.

Así se demuestra año tras año con una ristra de medallas que ha llamado incluso la atención de Kobe Bryant. “No sé lo que están haciendo en España para desarrollar su talento individual, pero están haciendo algo bien”, dijo este verano la estrella de la NBA.

Tres júniors destacan: Josep Pérez, base del Barcelona; Willy Hernangómez, pívot del Madrid, y Albert Homs, alero del Joventut.

Los clubes, principalmente los de la ACB, y también la federación están implicados al máximo en el desarrollo del talento de los jóvenes. Muchas veces han discrepado en torno a sus líneas de actuación. Desde la FEB y desde la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP) se considera que sería más productivo que los clubes de la ACB contaran con más españoles. Dada la competencia y las normas, no resulta fácil para los clubes, por más que se pueda apelar a ejemplos de jugadores comunitarios y extracomunitarios que han aportado poco o nada. Sin embargo, España no ha producido tantos jugadores de primer nivel como durante estos años en los que, en muchos equipos, se habla más en inglés que en castellano. Con el agravante de que ahora la cantera es global. Se coge a un chaval de Minsk o Dakar y se le forma en Fuenlabrada o Badalona. Los casos de Ibaka o Mirotic, que llegaron con cierta edad a L’Hospitalet y Madrid no son los más extremos. El Asefa Estudiantes, club de cantera por excelencia, cuenta con un jugador de este tipo, el británico Clark, desde que era cadete. En su desesperada pugna por evitar el descenso, el equipo estudiantil se tomó un pequeño respiro al vencer por 61-52 al Gran Canaria.

La selección española que ha ganado en Mannheim cuenta con el senegalés nacionalizado Ilmane Diop. En el grupo que dirige Juan Antonio Orenga destacan tres: Josep Pérez, base del Barcelona; Willy Hernangómez, pívot del Madrid, y Albert Homs, alero del Joventut.

Hace solo unas semanas, la Liga Endesa alumbró al prometedor alero Álex Abrines, del Unicaja. Anotó 31 puntos ante el Estudiantes. Después se lesionó. Una vez recuperado, no ha logrado acercarse, ni de lejos, a su nivel. Ante el Murcia apenas se le vio en un partido que perdió el Unicaja por 86-77. Xavi Pascual aprovechó la autoridad con la que el Barcelona Regal doblegó al Lagun Aro por 77-61 para hacer debutar a Joan Creus, de 20 años, base como su padre, ahora director deportivo, internacional y dos veces campeón de Liga, en 1981 con el Barça y en 1998 con el Manresa.

El Madrid, al que le costó muchísimo doblegar al Lucentum Alicante (91-87), dio algunos minutos a Dani Díez, alero que acaba de cumplir 19 años. La relativa sorpresa la protagonizó el Assignia Manresa, que venció (72-70) al Caja Laboral. Mientras tanto, el Valencia perdió la final de la Eurocup ante el Khimki, ruso, por 77-68 y no logró clasificarse directamente para la Euroliga.