Vitoria, Manresa y Bullock
El proyecto del Caja Laboral apuesta por Ivanovic más que por los jugadores
Una regla no escrita del deporte profesional dice que los entrenadores son los primeros en pagar el pato cuando van mal dadas. El Baskonia es la excepción. Según el argumento tópico, resulta más fácil cambiar a un entrenador que a cinco, o a siete, o a once jugadores; en Vitoria, no. Allí el entrenador sigue y son los jugadores los que pasan. Allí, Josean Querejeta ha creado un modelo con el que se puede estar más o menos de acuerdo, pero que ha dado sus frutos: tres Ligas, seis Copas y una Recopa. Hay quien no considera suficientes los réditos para la inversión y los jugadores con los que ha contado el Baskonia. Pero que le quiten lo bailado. Los bailarines, eso sí, continúan entrando y saliendo, según la estrategia de ese matrimonio deportivo tan peculiar formado por Querejeta y Dusko Ivanovic.
Esta temporada ya son seis las bajas registradas en la plantilla de Vitoria: Seraphin, Dragic, Walsh, Golubovic, Dorsey y Reggie Williams. El último en incorporarse es un viejo conocido: Nocioni. Con el argentino recién llegado de la NBA, Ivanovic espera enderezar el rumbo de una temporada tortuosa para el Caja Laboral, eliminado muy pronto de la Euroliga y tercero, con ocho derrotas, en la Liga. Hoy, en un partido que forma parte de la kilométrica jornada-puente que empezó el sábado y concluirá el jueves, recibe al Real Madrid, que no podrá contar con Jaycee Carroll, aquejado de una pancreatitis aguda. Los dos necesitan la victoria; el Madrid, para no descolgarse del Barcelona Regal, que defendió con autoridad su liderato en la cancha del CAI Zaragoza (49-68); el Caja Laboral, para no perderlos de vista.
Otro proyecto muy diferente es el del Assignia Manresa. Con uno de los presupuestos más bajos, sorprende año tras año, se salva siempre de la quema y es capaz de merodear la zona noble. Con él han triunfado muchos entrenadores. Ganó incluso la Liga de la mano de Luis Casimiro, el mismo que ahora dirige al atribulado Unicaja. El Manresa, de la mano de Jaume Ponsarnau, un técnico valiente, capaz de alcanzar sus objetivos con un juego más rápido y ofensivo que en años precedentes, dio un recital y venció en Málaga (81-96), a pesar de las prestaciones de Luka Zoric, con 24 puntos y siete rebotes. El Unicaja, décimo, con solo una victoria más que el Manresa, se acerca al abismo con la posibilidad de quedar fuera de los playoffs y perder la licencia que le permitiría competir en la Euroliga.
El que no está para hablar de muchos proyectos, dada su delicada situación es el Asefa Estudiantes. El Murcia ha despabilado con triunfos tan resonantes como el último ante el Lagun Aro (67-71) y el Bluesens Monbus, pese a perder en Bilbao (79-71), llevaba una magnífica racha. Eso provoca que el Estudiantes deba remontar tres victorias en apenas ocho jornadas. No es extraño que se agarre a un clavo ardiendo, como así puede ser interpretado el fichaje de última hora de Louis Bullock, el exjugador del Madrid, el Unicaja y el Banca Cívica, que el próximo mes cumple 36 años y acaba de recuperarse de una lesión.
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