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Palabras mayores en Augusta

Sergio García, a un golpe de los líderes, habla de ganar el Masters, y Miguel Ángel Jiménez, a dos, avisa: “Cuidado conmigo”

Juan Morenilla
Sergio García, este viernes en Augusta en su segundo golpe.
Sergio García, este viernes en Augusta en su segundo golpe.AFP (D. C.)

Las palabras surgieron firmes, claras, con ese convencimiento de quien cree en su destino. “A ver si el domingo tengo posibilidades de ganar”. Ganar el Masters de Augusta. Ganar un grande. Palabras mayores. De eso hablaba Sergio García después de acabar la segunda ronda con cuatro golpes bajo par, a uno solo de los líderes, los estadounidenses Jason Dufner y Fred Couples (-5), mientras que Jiménez anda un escalón por debajo (-3), y también con la moral por las nubes: “Tengo 48 años, pero cuidado conmigo”.

Fueron palabras, las de Sergio, surgidas de su estado de ánimo, de su recuperada confianza. El Niño habló seguramente con el corazón más que con la cabeza. Dice Jiménez que el Masters se gana con la azotea, y la de García está ahora más amueblada que nunca. El castellonense ha encontrado la paz interior, no se desquicia como antes por un mal golpe, ni escupe demonios. Ahora, vaya cambio, habla de ganar el Masters de Augusta. Así puede desparramar sobre el verde el enorme talento que esconde en sus manos. Su tarjeta de ayer en Augusta fue la obra de un artista. Sumó cuatro birdies en la primera vuelta del día, solo manchada por un bogey en el nueve, cuando las condiciones eran peores sobre el campo, por el cortante frío y el viento. Esta vez El Niño se puso el mono de faena y se arremangó. Presentó un juego muy sólido, profundo en las calles (cogió 13), directo al green, firme con el putt. A cada hoyo, García coleccionaba aplausos de una grada que aguarda algo grande desde hace mucho.

El castellonense ha encontrado la paz interior, no se desquicia ni escupe demonios

Esta vez no hubo ningún interruptor que le desconectara de su juego. Ya con el sol pegando y el cuerpo más suelto, pasó por Amen Corner con un birdie en el remolino ventoso del hoyo 12 y dio una lección de sacar la bola del búnker con otro en el 15. El final, como en la primera vuelta, fue cuesta abajo. Un bogey al dejar la bola entre el público le impidió alcanzar al dueto de líderes. “Pero estoy bien, mejor cada día”, dijo García; “no hay que adelantar nada, sino seguir por el mismo camino, pero a ver si puedo ganar. ¿Miedo? Yo mismo soy el que más miedo me da”.

Sabe El Niño que en su interior guarda el campeón de un grande. Pero también que es capaz de autodestruirse él solito, como si en su cabeza habitara una bomba de relojería. Cuestión de azotea, que diría El Pisha. De ahí que olvide el dolor de una uña en la mano izquierda. Suya fue la segunda mejor vuelta del día (igual que el genial Mickelson, que ha cogido posiciones para la batalla final), solo por detrás del sorprendente Couples (menos cinco), un antiguo combatiente de 52 años que precisamente este curso celebra el 20 aniversario de su victoria en el Masters.

“¡Qué viva España! Tenemos

Después de la pareja americana, Couples y Dufner, cinco jugadores comparten podio: Oosthuizen, Westwood, García, McIlroy y Bubba Watson. El de Westwood es otro caso de diván. También sufre la maldición de un grande. Lleva 55 participaciones sin probar bocado, y más de una vez le ha faltado el último arreón mental para doctorarse. Su doble bogey en el último hoyo de ayer, cuando era líder en solitario, alimenta las sospechas. De quien no se duda es de McIlroy, un talento puro, con la cabeza en el sitio. Ya hablan de él como un grande pese a dar los primeros pasos de su carrera.

A un paso del pelotón se quedó Jiménez, al par en el día, en una jornada “con mucho estrés”. “Estoy echándoles a los de arriba el aliento en el cogote. Y Sergio está muy bien… ¡Qué viva España! Tenemos que ir adelante por Seve”, dijo El Pisha. Situación insólita en un grande. Dos españoles, García y Jiménez, entran en el fin de semana opositando a una victoria que no se cata desde el Masters de Olazábal de 1999.

Jiménez volvió a dar clases de temple a Tiger Woods, que acabó desquiciado y hasta dando una patada al palo, presa de la imprecisión de sus golpes. Fuera del corte quedaron Olazábal y Quirós, y se coló por los pelos Fernández-Castaño.

Clasificación, segunda jornada

1. J. Dufner (EEUU) y F. Couples (EEUU), 139 golpes, cinco bajo par. 3. L. Oosthuizen (Sud), L. Westwood (Ing), S. García, R. McIlroy (N.Irl) y B. Watson (EEUU), 140. 8. M. Á. Jiménez, 144. 40. T. Woods, 147. 57. G. Fernández-Castaño, 149. J.M. Olazábal, 151. Á. Quirós, 155.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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