La lección en la tragedia de Ricky
Rubio, el jugador más interesante de la NBA hoy por hoy, posiblemente no vuelva nunca a ser el mismo
Voy a contarles un secreto: no veo todos los partidos de la NBA. Esto es cierto principalmente porque, sin otro par de ojos y uno o dos cerebros más, ver cada partido de la NBA sería imposible. De modo que, a veces, es una cuestión de suerte el que esté viendo un partido en concreto cuando pasa algo importante en ese partido.
Por tanto, fue una casualidad que estuviera viendo a los Timberwolves de Minnesota la noche en que Ricky Rubio se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Cuando sucedió, pensé que solo se había dado un golpazo en la rótula al chocar contra la rótula de Kobe Bryant. Supuse que se quedó tendido en el suelo por la misma razón por la que todos nos quedamos en el suelo cuando nuestra rótula choca con la de otro jugador: duele un montón.
Después del partido, hubo rumores de que Ricky podría haberse roto un ligamento de la rodilla. Pero los atribuí al poder de Internet para la hipérbole: si se les da la oportunidad, los que se dedican a hacer pronósticos siempre dan con el más grave.
Pero entonces vino la mañana y llegó la noticia: Ricky se había roto la rodilla. Me vi obligado a enfrentarme al fantasma de algo espeluznante: Ricky Rubio, el jugador más interesante de la NBA hoy por hoy, posiblemente no vuelva nunca a ser el mismo.
Sí, ya lo sé, los jugadores de baloncesto se recuperan de las lesiones de rodilla todo el tiempo. Después de todo, ya no estamos en la década de los ochenta, los médicos son mejores, los medicamentos son mejores, el acceso a los ligamentos de animales de granja es mejor (aunque vale la pena recordar esto: los procedimientos de alta tecnología actuales son los ¿pero en qué estaban pensando? de 2112).
El deporte nos enseña que debes disfrutarlo porque mañana podría haberse acabado
Y los jugadores de baloncesto no siempre vuelven. Es decir, no del todo. Es posible que ya hayamos visto lo mejor que Ricky Rubio tenía que ofrecer como jugador de baloncesto.
Esto es una verdadera tragedia. No solo para nosotros, sino también para Ricky Rubio, quien despierta una actitud curiosamente protectora en todo el que le mira. Queremos que le vaya bien porque es majo, porque comparte, porque parece simpático. Pero podemos encontrar una lección en su tragedia, una lección que el deporte nos enseña demasiado a menudo. Disfruta mientras puedas porque mañana podría haberse acabado.
Espero que Ricky Rubio sea capaz de volver al nivel al que estaba jugando cuando se lesionó. Espero que llegue a las alturas a las que a todos nos parece posible que llegue. Pero, si no lo hace, si su rodilla le convierte en algo inferior a lo que era, recuerden lo siguiente: al menos, hemos tenido la oportunidad de ver lo que hemos visto.
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