El Madrid se da un homenaje
El campeón de Copa, liderado por Reyes y Llull, abruma al Gran Canaria (90-72) en una plácida mañana en el Palacio
Superado el primer sofocón europeo ante Unicaja y antes de la batalla sin red en Siena, el Madrid decidió darse un homenaje. El campeón de Copa superó sin dificultades a un enclenque Gran Canaria en una plácida mañana en el Palacio. Reyes, Carroll y Llull se bastaron para abrumar al conjunto amarillo donde apenas Bramos y Palacios salvaron la honrilla. Una faena de aliño para barnizarse de confianza en su pulso por la Liga con el Barcelona y afrontar con optimismo el match ball de la Euroliga.
No tuvieron rival los de Laso. El meritorio conjunto de Pedro Martínez languidece cuando sale del Centro Insular de Deportes. Solo una de las ocho victorias que aparecían en su casillero la logró fuera de casa y fue en la cancha del colista de la competición: el Blancos de Rueda Valladolid. Tan aplicado en defensa como chato en ataque, el Gran Canaria sobrevive a la limitación de su plantilla con grandes dosis de abnegación, pero ante un Madrid desatado el plan se tambalea.
Los visitantes llegaban al Palacio presumiendo de ser la segunda mejor defensa de la competición con apenas 67,7 puntos de media encajados por partido –solo mejorados por los 63,3 del Barcelona-, pero al descanso ya habían recibido 48 de la artillería de Laso, el mejor ataque de la Liga (84 puntos por partido).
R. Madrid, 90 - Gran Canaria, 72
REAL MADRID: Llull (20), Singler (6), Suárez (6), Mirotic (2) y Begic (6) –cinco inicial-; Sergio Rodríguez (6), Sanz (0), Pocius (7), Carroll (17), Reyes 814), Velickovic (2) y Tomic (4).
GRAN CANARIA 2014: Haynes (2), Bramos (22), Beirán (11), Palacios (23) y Savané (6) –cinco inicial-; Bellas (2), López (0), Nelson (1), Alvarado 82), Ekperigin (0) y Xavi Rey (3).
PARCIALES: 18-9; 30-25; 20-21; 22-17.
ÁRBITROS: Amorós, Peruga y Martínez Díez. Sin eliminados.
Palacio de los Deportes: 8.157 espectadores.
El dique grancanario apenas pudo contener la embestida del Madrid durante el primer cuarto. El tiempo necesario para que Carroll cogiera su fusil y lanzara a los blancos en el marcador (40-20, min. 17). En los primeros 20 minutos el 78 % en tiros de dos del Madrid contrastaba con el paupérrimo 47 % del Gran Canaria y retrataba la superioridad local. “Cuando no juegas bien, lo normal es perder. Hemos estado fallones en ataque y blanditos en defensa”, resumía contundente Pedro Martínez al descanso. Solo los puntos de Bramos y los rebotes de Palacios permitían a los amarillos agarrarse al partido.
Incluso al trantrán, el Madrid avasalla por la variedad y la amplitud de su repertorio. Todos anotan. Todos rebotean. Todos opositan al papel de protagonista en cada cita. Ante la endeblez del oponente, el exceso de confianza se convirtió en el principal enemigo de los blancos.
Dominadores absolutos en la pintura, los de Laso se relajaron en la defensa del perímetro a la vuelta de los vestuarios y el Gran Canaria pasó de un 0 de 7 a un 8 de 16 desde la línea del 6,75. La racha permitió a los visitantes adecentar el marcador y achuchar al Madrid. Un 4-16 de parcial en apenas cinco minutos situó a los de Pedro Martínez a cuatro puntos (56-52 min. 25). Pero bastó la protocolaria reprimenda de Laso para que los locales pasaran del trote al galope, retomaran la intensidad y destartalaran el castillo de naipes del Gran Canaria.
Lull y Felipe acabaron con el espejismo y se esmeraron en dar lustre a la faena. El capitán puso puntos y asistencias a los rebotes de Begic y el base menorquín se sumó a Carroll para incrementar la productividad ofensiva hasta alcanzar los 90 puntos. Otro festín en la Liga. Dentro de cuatro días, en Siena y sobre el alambre, lucharan por estirar su andadura europea.
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