El Betis coge aire a costa del Sporting
Santa Cruz y Molina sitúan a los andaluces en la zona templada (2-0)
Escondido de los focos propios de las alturas de la Liga, el Betis guarda como un tesoro sus señas de identidad. Relajado después de una nefasta racha, ha respirado para mostrar cierta personalidad en ese pelotón de la Liga donde rivales directos como el Sporting saben bien lo que es sufrir. Ayudado por los pases de Beñat y las paradas de Casto, el Betis se sostiene gracias a un delantero de cierto nivel, Roque Santa Cruz, fiel escudero para capear el vértigo de la amenaza del descenso. El Sporting, más curtido, peleó con su juego directo y la enorme movilidad de Barral, siempre peligroso ante la defensa de plastilina del Betis. Rubén Castro se cansó de fallar goles en la segunda mitad y la incertidumbre la cerró Jorge Molina, en el descuento.
BETIS, 2 - SPORTING, 0
Betis: Casto; Isidoro, Mario, Dorado, Nacho; Juanma (Pereira, m. 69), Beñat, Iriney, Montero (Cañas, m. 76); Castro y Santa Cruz (Jorge Molina, m. 60). No utilizados: Fabricio; Ustaritz, Álex y Sergio.
Sporting: Juan Pablo; Lora, Botía, Iván, Canella; Rivera (Morán, m. 72), André Castro (Carmelo, m. 60); Trejo, Novo (Gregory, m. 46), De Las Cuevas; y Barral. No utilizados: Cuéllar; Eguren, Cases y Bilic.
Goles:1-0. M. 23. Santa Cruz. 2-0. M. 92. Jorge Molina.
Árbitro: Estrada Fernández. Expulsó a Lora (m. 43) y Carmelo (m. 93) por doble amonestación (m. 43). Amonestó a Botía, Luis Morán y Beñat.
Unos 35.000 espectadores en el Benito Villamarín.
La primera media hora del conjunto andaluz respiró alegría, combinación y velocidad, una brisa fresca en las catacumbas de la Liga. Jefferson Montero, que desquició a Lora hasta provocar su expulsión, encontró una y otra vez la profundidad necesaria para asistir a Roque y Rubén. En una primera ocasión dejó solo a Rubén, quien con todo a favor estrelló el balón sobre el cuerpo de Juan Pablo. Tuvo que ser Beñat el que encontrara el hueco preciso para que Santa Cruz demostrara con su control y una definición de ensueño que mientras las rodillas se lo permiten es un delantero de los buenos. Al gol le siguió un ramalazo de Rubén que acabó en el palo y un paradón de Casto a De Las Cuevas. Tiene esas cosas el Betis, que todo lo que inventa arriba se convierte en pánico en su zaga.
Tocado por la expulsión de Lora, el Sporting fue inteligente en la segunda mitad. Se colocó mejor con 10 jugadores y dominó a un Betis que en superioridad, curiosamente, se hizo un lío. Castro se hartó de fallar goles, lo que le dio vida al Sporting.
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