"No tengo nada que reprochar a mis jugadores"
Emery atribuye la derrota a la superioridad física del Chelsea
En el calentamiento del Chelsea se vio a un Drogba arengando a gritos a sus compañeros en un corro improvisado. A continuación, llegó Terry, es decir, más gritos y gestos con los brazos de que había apretar mucho los dientes. Entrar fuerte, no dejar espacios, sacar el carácter que ha caracterizado al Chelsea en los últimos años. Funcionó. Así lo atestiguó Emery, técnico del Valencia, que compareció ante los medios apesadumbrado, con la cara desencajada, pero que no rehusó en momento alguno a felicitar efusivamente a su colega, André Villas-Boas. Aunque la procesión iba por dentro. Pocas explicaciones al pésimo rendimiento de sus futbolistas. "Hubo mucha posesión nuestra. Ocho saques de esquina a favor, pero no hemos conseguido crear ocasiones. No tengo nada que reprocharle a mis jugadores". A pesar de que estos perdieron casi todos los duelos individuales con los rivales del Chelsea, consecuencia de "su fortaleza física".
Había que mirar adelante y Emery agradeció a los 1.700 aficionados valencianistas desplazados a Londres y les prometió un objetivo máximo en la siguiente competición: la Liga Europa. "Queremos ganarla", apuntó el preparador vasco.
Más contento estaba Vilas-Boas, que sacó pecho por la victoria y ajustó cuentas con los detractores. "Mis jugadores les han dado una bofetada en la cara a los que les han criticado", declaró, poco después de aclarar que el Valencia se había sentido "incómodo con el balón" y su equipo lo aprovechó a la contra. "El primer gol nos dio mucha confianza y el segundo, poco después, mucho más. Es el triunfo de los valores humanos: la responsabilidad, el espíritu de equipo, la fuerza del carácter. Y esta es una gran semana para los futbolistas, sometidos a una gran presión y a muchas críticas desde diferentes sectores. Es una continua persecución al Chelsea. Para la prensa, solo hay un equipo en este país: el Manchester City", abundó.
Sobre cómo consiguió la victoria, hubo quién le recriminó el estilo. "¿Una traición a su manera de entender el juego?", le cuestionaron. No le gustó la pregunta al técnico portugués, pero se explayó en la respuesta. "En Mestalla, fue muy diferente: presionamos arriba y creamos muchas ocasiones salvadas por Diego Alves. Pero hoy, ante un Valencia muy motivado, había que cambiar algunas cosas. Hemos retrasado las líneas. Le dimos la iniciativa y su posesión fue tremenda, pero no pudieron encontrar los caminos para hacernos daño. El fútbol se basa en los resultados", añadió.
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