La sentencia al caso Contador, a principios de 2012

El juicio a Contador ha quedado visto para sentencia tras la última reunión de esta mañana. La Unión Ciclista Internacional (UCI), que entiende que el corredor recurrió al dopaje sanguíneo durante el Tour de 2010 -dio positivo por clembuterol-, ha pedido una sanción de dos años. El madrileño, sin embargo, ha solicitado que se mantenga la decisión de absolverle que tomó la Federación Española el pasado 14 de febrero, al entender que el corredor se había contaminado al ingerir carne contaminada. Los tres árbitros del Tribunal de Arbitraje Deportivo se reunirán ahora para discutir y en ningún caso tomarán una decisión antes de navidades, aunque se espera que el resultado se dé a conocer a principios de 2012. El respeto ha imperado entre ambas partes y el resultado se podrá recurrir al Tribunal Federal Suizo.

El ciclista madrileño, que se ha tomado muy en serio el juicio, ha salido de los juzgados con los ojos rojos, presumiblemente debido a la emoción. Esta mañana ha hecho un alegato final de 15 minutos después de permanecer cuatro días siguiendo el proceso muy de cerca, algo que no había hecho casi ningún deportista antes. Ha sido, además, la segunda vista más larga de la historia del TAS, solo superada por la del ciclista estadounidense Floyd Landis (2008). La de Valverde (2010) duró también cuatro jornadas.

Durante los cuatros días del juicio, han testificado, entre otros, los corredores Benjamín Noval y Paolo Tiralongo, que fueron compañeros suyos en el Astana en el Tour 2010, aunque se desconoce lo que dijeron. "Si hablamos nos expedientan", dijo después un abogado que les oyó, "todo es confidencial, pero os puedo decir que Alberto ha estado valiente y convincente", completó. Otro experto aseguró que todo lo que se habló estaba escrito de antemano y que el testimonio solo fue la confirmación oral de lo escrito. Noval, por tanto, debió de ratificar que comió del mismo solomillo en el que creen que se encontraba el clembuterol, llevado al hotel y comprado en Irún por José Luis López Cerrón y preparado en el autobús del equipo Astana por el cocinero Paco Olalla porque en la cocina del hotel Novotel no le dejaron entrar, en la cena del día 20 y en la comida del 21. Tiralongo repitió más o menos lo mismo y en su testimonio escrito añadió: "Cuando me dijeron del positivo no podía creerlo. Además de ser un gran corredor y un gran líder, Alberto es un ejemplo para todos los ciclistas. Siempre insiste en que debemos ser cuidadosos con lo que hacemos, que de nosotros también depende la reputación del equipo y de las 50-60 personas que en él trabajan".

También declararon Javier López, el gerente de Asoprovac, la asociación española de ganaderos de vacuno; Xabier Zabaleta, el carnicero de Irún que vendió el solomillo que se comió Contador durante el Tour de 2010, y César Martín, un detective que, por encargo del ciclista español, intentó, sin lograrlo, seguir la pista de la pieza de carne. También habló el propio Contador: "Soy uno de los deportistas más controlados del planeta. Desde enero de 2008 he pasado al menos 100 controles antidopaje fuera de competición y durante el último Giro, 16 veces. Me tomo muy en serio mis obligaciones sobre el dopaje y cumplo siempre con la obligación de informar de mi paradero". Ahora, hay que esperar hasta el próximo año.