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"Uno de los más controlados del mundo"

Contador,"valiente y convincente", declara media hora como testigo en la vista ante el TAS

¿Deben pasar el test del detector de mentiras los expertos en el detector de mentiras antes de testificar sobre las garantías de veracidad y credibilidad que ofrece el test del detector de mentiras?, se preguntaba, en un extraño momento de ensoñación casi imposible en un escenario tan austero como el de la sala de vistas del TAS, uno de los expertos participantes en el proceso arbitral que decidirá si Alberto Contador se dopó o no en el Tour de 2010 y si, por tanto, debe ser sancionado o no. Reflexionaba así sobre la jornada del martes, dedicada en gran parte a escuchar a Louis Rovner, un experto en la máquina de la verdad aportado por Contador, proclamar la validez de un medio de prueba que solo podrá decidir la terna arbitral si es admisible para probar la inocencia del ciclista español que ha ganado tres veces el Tour de Francia. Mientras, en la salita de espera, a la vista lejana de los curiosos, más nerviosos que ensoñadores, dos ciclistas que compartieron solomillo con Contador el 20 y el 21 de julio de 2010 esperaban para ser preguntados.

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Benjamín Noval y Paolo Tiralongo llegaron al búnker de las oficinas del COI a eso de las ocho de la mañana, cuando el frío sol suizo aún no había empezado a deshelar las orillas del lago. Pudieron, desde el vestíbulo acristalado, admirar el espléndido ocaso otoñal, tan rojo, y aún no habían entrado a declarar. Solo pasadas las 17.30 los llamaron. Primero Noval, que estuvo seis minutos en la sala de vistas; luego, Tiralongo, cinco minutos. Detrás de ellos, eso contaron, fue Contador el que cambió de silla y se sentó en la de los testigos, una media hora.

No se sabe lo que dijeron -"si hablamos nos expedientan", dijo después un abogado que les oyó, "todo es confidencial, pero os puedo decir que Alberto ha estado valiente y convincente"-, aunque, si es verdad lo que dice otro experto, que todo lo que se habla está escrito de antemano y que el testimonio solo es la confirmación oral de lo escrito, se podría decir lo que dijeron basándose en lo escrito en los más de 100 folios de alegato que el abogado Mike Morgan, de Contador, envió a los árbitros. Noval, así, debió de ratificar que comió del mismo solomillo en el que creen que se encontraba el clembuterol, llevado al hotel y comprado en Irún por José Luis López Cerrón y preparado en el autobús del equipo Astana por el cocinero Paco Olalla porque en la cocina del hotel Novotel no le dejaron entrar, en la cena del día 20 y en la comida del 21. Y que también Contador comió dos veces, mientras que Vinokúrov solo comió jamón y que por eso no dio positivo por clembuterol. Tiralongo repitió más o menos lo mismo y en su testimonio escrito añadió: "Cuando me dijeron del positivo no podía creerlo. Además de ser un gran corredor y un gran líder, Alberto es un ejemplo para todos los ciclistas. Siempre insiste en que debemos ser cuidadosos con lo que hacemos, que de nosotros también depende la reputación del equipo y de las 50-60 personas que en él trabajan".

Aparte de para convencer a los árbitros de su inocencia, la declaración de Contador como testigo también tenía sentido para desbaratar otra teoría culpabilizadora de la AMA, la de la que había ingerido el clembuterol a través de un suplemento contaminado. Es lo que se llama ni culpa ni negligencia significativas y que se resume en una sanción de un año. Pero eso tampoco lo acepta Contador, quien por escrito había recordado que no había tomado ningún suplemento el día de descanso, que es muy consciente de sus obligaciones y meticuloso y cuidadoso con lo que come, que solo toma los medicamentos que le receta el médico del equipo y que solo tiene autorización terapéutica para prevenir ataques epilépticos. Y además, sus argumentos: "Soy uno de los deportistas más controlados del planeta. Desde enero de 2008 he pasado al menos 100 controles antidopaje fuera de competición y durante el último Giro, 16 veces. Me tomo muy en serio mis obligaciones sobre el dopaje y cumplo siempre con la obligación de informar de mi paradero".

La última sesión terminará este jueves al mediodía. Las partes efectuarán sus peticiones y Contador hará un alegato final.

Contador llega a la vista con su hermano Fran y Adam Lewis, uno de sus abogados.
Contador llega a la vista con su hermano Fran y Adam Lewis, uno de sus abogados.FABRICE COFFRINI (AFP)

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