El partido de las desgracias

El partido que Valencia y Athletic disputaron ayer en Mestalla (1-1) fue un choque desgraciado como pocos. El valencianista Sergio Canales se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y estará sin jugar entre tres y seis meses, en función de si tiene que pasar o no por el quirófano. Y peor suerte aún tuvo uno de sus rivales, Carlos Gurpegui, que sufrió la misma lesión en la pierna izquierda y ya sabe que sí tendrá que operarse, por lo que se perderá lo que queda de temporada, ya que en su caso la baja mínima será de seis meses, y podría estar hasta ocho. Los dos centrocampistas son los grandes damnificados de un encuentro jugado sobre un césped que se encontraba lejos de las condiciones ideales.

Gurpegui, el peor parado, se lesionó cuando llevaba solo 15 minutos sobre el terreno de juego. Había relevado a Iraola tras el descanso. Tuvo un encontronazo con Mathieu, con tan mala fortuna que su pierna izquierda se apoyó contra el suelo y la rodilla sufrió una brusca torsión. Fue retirado en camilla y, más tarde, abandonó Mestalla apoyándose en unas muletas. Aunque en principio se pensó que podía sufrir un esguince de rodilla, la resonancia magnética que se le ha efectuado esta mañana ha confirmado la rotura de ligamento. Deberá pasar ahora consulta de traumatología para programar una intervención quirúrgica.

Algo más de suerte podría tener Canales, que tuvo que ceder su sitio en el campo a Piatti en el minuto 35 tras girarse bruscamente la rodilla en una pugna con Iraola, y que todavía tiene opciones de esquivar el quirófano, lo que acortaría sensiblemente su tiempo de baja. Tras su mal año en el Madrid el curso pasado, el joven jugador cántabro estaba gozando de la confianza de Unai Emery en el arranque de la presente temporada. Ahora deberá esperar para saber si puede continuar con su progresión durante esta campaña.