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El bajito al que rechazó el Barça

Un cúmulo de circunstancias lleva a la selección a Jordi Alba, un extremo reconvertido en lateral que asegura que "Del Bosque no se equivoca" al apostar por él

Las adversidades y circunstancias negativas pueden resultar aliadas en la vida. A Jordi Alba Ramos (Hospitalet de Llobregat; 1989) le han curtido como persona y formado como jugador. Hasta el punto de llegar a la selección absoluta. "Del Bosque no se ha equivocado conmigo", ha asegurado el valencianista tras conocer su inclusión en la lista. Formado en La Masía, a Jordi Alba le dijeron un día que su perfil no encajaba en el formato del Barça. Su físico no le acompañaba. Era demasiado bajito. Cuestión extraña tratándose de tal vez el único club del mundo donde el requisito indispensable para pertenecer a él sea el talento. Siendo extremo izquierdo, la velocidad y habilidad de Alba, al parecer, no eran suficientes valores como para seguir creciendo en la cantera blaugrana.

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En edad de cadete, Jordi Alba tuvo que dar un paso atrás y marchar a la UE Cornellà. Su paso por el amateur club catalán fue tan corto como fructífero. Hasta el punto que un año después, el Valencia se hizo por 6.000 euros con sus servicios para incorporarlo a su primer equipo juvenil, en el que duró una temporada, para formar posteriormente parte del filial con el que consiguió el ascenso a Segunda División B. En el siguiente curso lo pasó cedido en el Gimnástic de Tarragona ya en la división de plata. Un peldaño más para Jordi Alba que efectuó una gran temporada en el conjunto tarraconense consiguiendo cuatro goles en 35 partidos. Siempre con su velocidad como arma, desbordando contrarios por el extremo izquierdo, lo que le llevó a la selección española sub 21.

Pretendido por varios equipos, el Valencia lo recuperó para su primera plantilla. El club de Mestalla veía en Jordi Alba un posible sustituto de Vicente, al que por enésima vez intentaban recuperar. Silva y Mata, otros dos zurdos que se dejaban caer por el costado izquierdo, le dejaban con pocos huecos en la alineación de Unai Emery. Y una concatenación de sucesos, le dieron por circunstancialmente protagonismo. Se lesionó Mathieu, el lateral izquierdo francés fichado con tal propósito y, a la vez, Bruno y Alexis que ocasionalmente ejercían tal función. Emery miró de lo que disponía y decidió retrasar a Jordi Alba hasta la posición de lateral. A pesar de sus 170 centímetros de altura, su rapidez podría contrarrestar su falta de pericia defensiva. Con claros en ataque y oscuros en la zaga, Alba cumplió su cometido jugando 15 partidos en la temporada 2009-10 y anotando un gol. En la pasada, ya considerado lateral, acumuló bagaje y experiencia defensiva y dispuso de 27 encuentros marcando dos goles.

"Tiene cogida ya la experiencia en el puesto. Dentro de lo que tenemos en esa posición es un jugador que se asocia bien, tiene buena técnica, se incorpora bien desde atrás y defiende correctamente", ha explicado el seleccionador, Vicente Del Bosque, sobre su convocatoria. "Los compañeros me han ayudado mucho", ha dicho el propio futbolista más tarde; "me encontré con una posición en el campo que no era la mía y gracias a ellos y al cuerpo técnico estoy ahí. Aún tengo que mejorar muchísimo para crecer y no me esperaba esto, ha sido una sorpresa para mí". A día de hoy, Alba ya puede considerarse lateral izquierdo. Pocos hay en España. Las circunstancias de un bajito le han llevado a la Roja.

Jordi Alba celebra un gol con el Valencia.
Jordi Alba celebra un gol con el Valencia.EFE

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