El rubicón de Feliciano

En tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, Feliciano López, un tenista de grandes plazas. Están los focos de la sesión nocturna de Nueva York. Está la central del último grande de la temporada. Está el toledano ante su mejor temporada en años y con un encuentro en horario de máxima audiencia que le tiene a él como protagonista: se enfrenta al escocés Andy Murray (01.00), al que solo ha ganado un set en cinco partidos. El Feliciano de hoy, sin embargo, no tiene nada que ver el Feliciano de ayer.

"Debo jugar agresivo", se conjura el número 26, dueño de una temporada interesantísima, que solo le ha visto inclinarse ante los mejores, que le ha llevado hasta los cuartos de Wimbledon y en la que lideró el histórico triunfo de la selección en Estados Unidos, primer triunfo de España en la Copa Davis y como visitante del equipo norteamericano. ¿Qué tiene que cambiar para que no sirvan de guía los precedentes? "Debo ir a por él, a por Murray", contesta el toledano, al que acompaña en Nueva York Alberto Berasategui, su entrenador, amigo y extenista, con quien se aloja en un apartamento, alejado de los hoteles. "No voy a ganar a Andy jugando desde el fondo y esperando que falle. Debo creer en mí mismo", cierra, antes de irse a leer qué pensamientos tuitea El Juli.

Thor, se lee en su camiseta cuando habla. Thor, parece con la melena empapada y la barba de varios días. Thor, un dios vikingo, tendrá que ser el toledano si quiere imponerse al británico. Murray, al borde de la eliminación ante el holandés Haase, es un especialista al resto y en los passings. Eso, aplicado a su cruce con el español, significa anular las mejores virtudes de Feliciano, que vivirá en el alambre y tendrá que cargar con todo para cruzar el Rubicón de obtener su primera victoria con el escocés enfrente.

"Siempre me ha gustado jugar contra zurdos", resume Murray, que apeó al español en cuartos de Wimbledon 2011. "Tengo un buen récord contra él, y espero que eso me ayude. Estoy seguro de que voy a golpear la pelota mejor que ante Haase y de que me moveré mejor... En eso quiero concentrarme".

Están los octavos del Abierto de Estados Unidos en juego. Para Feliciano, algo más que eso: ya al borde de la treintena, son más las oportunidades vividas que las venideras.