Nadal entra en la jungla
El campeón, siempre por detrás, remonta siete puntos de set y seis breaks para ganar 6-3, 7-6 y 7-5 a Golubev en su debut
Los Guns and Roses saludan a Rafael Nadal, el campeón, mientras entra en la pista. Welcome to the jungle. Bienvenido a la jungla, le dicen. El tigre de esa selva es el kazajo Golubev, que no juega con una raqueta sino con un bate, y que va con un break por delante en las tres mangas que deciden el partido. Cuando el número dos mundial llega a segunda ronda (6-3, 7-6 y 7-5), donde le espera el francés Mahut, ha dejado atrás un encuentro con muchísima más miga de la que indica el marcador: Golubev tuvo siete bolas de set, ¡siete!, en la segunda manga; sirvió dos veces (¡dos!) para ganar la tercera; y se fue a casa con la única recompensa de haberle roto a Nadal el saque más veces en una noche (seis) que los siete rivales que se inclinaron ante el español en su camino hacia el título de 2010 (cinco).
El torbellino de emociones y cambios en el marcador escondió un partido más que interesante para los intereses del mallorquín. Para empezar, Nadal tuvo la punta de velocidad y la movilidad que le caracterizan. Sin llegar a la excelencia, estuvo muy por encima del tenista falto de chispa que se había inclinado rápidamente en las citas de Montreal y Cincinnati. Llegar a Nueva York, un sitio tan especial para él, porque allí completó el Grand Slam, pareció alertar sus sentidos: pese a todas las roturas concedidas, llegó a sacar a 214 kilómetros por hora. Eso pone a Nadal en la senda de recuperar el arma clave de su triunfo de 2010, pese a las debilidades con el segundo servicio (48% de puntos ganados). El mallorquín tuvo, además, poquísimos errores no forzados (16), frente a un rival extrañísimo, capaz de auténticas maravillas cuando estaba por debajo en el marcador (41 ganadores) y desacertadísimo (50 errores no forzados) cuando le tocaba ponerle su sello en el partido. Golubev tiene un fantástico revés a una mano, pero le falta pulso en los instantes decisivos.
"He tenido un poco de suerte, porque ha sido dificilísimo jugar contra un tenista tan rápido que fue break arriba en todos los sets", dijo. "Jugar aquí después de la victoria del año pasado es muy emotivo para mí. Le agradezco a la gente su apoyo".
Antes de que el mallorquín se lanzara a jugar en la noche, espacio reservado por el torneo a las grandes estrellas, sus compatriotas se batieron el cobre: David Ferrer eliminó 2-6, 6-3, 6-0 y 6-4 al ruso Andreev y Fernando Verdasco despidió 3-6, 6-4, 6-1 y 6-4 al finlandés Nieminen. No fueron para ellos los focos: el serbio Novak Djokovic, el tenista invencible, ni se puso a sudar para clasificarse para la segunda ronda (6-0, 5-1 y retirada del irlandés Niland).
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