Stuani, la alegría de Santander
El ariete uruguayo se convierte en la esperanza del Racing, un equipo reñido con el gol en la pretemporada
La voz de Christian Stuani (Tala, Uruguay; 1986) suena cansada a última hora de la tarde. El día ha sido intenso para él. Después de entrenarse con el Racing por la mañana, se ha pasado la tarde recorriendo Santander en busca de un piso. "Estoy tratando de acomodarme lo antes posible", explica. Ha llegado al conjunto cántabro poco antes del inicio de la Liga cedido por el Reggina, italiano. Es la tercera temporada consecutiva que el conjunto calabrés lo cede. Primero, se marchó al Albacete, con el que marcó 23 goles en Segunda, y, luego, al Levante, donde logró ocho dianas. Tras una pretemporada en la que el Racing ha demostrado un preocupante desacierto de cara a gol, en Santander ven en el ariete uruguayo la esperanza para cambiar esa tendencia. "Stuani, pichichi", decía una pancarta el día de su presentación.
Kike Tortosa, que compartió vestuario con él en el Albacete, no para de repetir la palabra efectividad al hablar del uruguayo. "En Santander pueden estar tranquilos. Rindió muy bien, con sus goles nos permitió salvar la temporada. Necesita muy pocas oportunidades para marcar y encima es la alegría del vestuario", explica. El propio Stuani reconoce su habilidad frente a la potería. "Sí, soy efectivo", asegura sin darse mucha importancia. Al Racing le va a hacer buena falta su puntería. En cinco de los ocho partidos de pretemporada no han marcado ni un gol. Los únicos referentes en punta antes de la llegada de Stuani eran Acosta, del que se dice que rinde mejor con un killer a su lado, y Ariel, que arrastra una lesión. "Lo importante es que el equipo genera ocasiones", tercia Stuani, consciente de que buena parte de la suerte del equipo va a depender de sus botas. "Me estoy poniendo a punto físicamente porque aún no lo estoy y sigo trabajando para mejorar", dice el futbolista, quien asegura que nunca se ha desempeñado en otra posición que no sea la de ariete.
El uruguayo siempre ha jugado bien en España. El año pasado, por ejemplo, cuajó una temporada excelente en el Levante pese a ser el sustituto de Caicedo, que logró 13 dianas en la Liga. Stuani no se achicó, marcó ocho goles pese a que solo fue titular en 11 de los 30 partidos en que jugó. "Siempre he trabajado, me tocase jugar o no, para responder bien cuando me llegase la oportunidad y echar una mano al equipo. Cuando Caicedo no estaba, yo también daba al equipo lo que necesitaba", reconoce. En Italia, sin embargo, sus actuaciones han sido mucho más discretas. Jugó en el Reggina durante dos temporadas y tampoco tuvo muchas ocasiones para demostrar sus habilidades. Por eso, no guarda un buen recuerdo del calcio. "El fútbol es muy diferente, muy táctico y defensivo. Si he venido al Racing es porque prefiero jugar en España porque en Italia no me siento cómodo. Cuando termine contrato con el Reggina, intentaré quedarme en la Liga", asegura. El Racing es su siguiente paso.
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