Álvaro Vázquez siempre responde
Solo unos pocos confiaron en el delantero del Espanyol, asentado en el primer equipo y ahora 'pichichi' del Mundial sub 20
Cuando subió al primer equipo del Espanyol, con esa cara de niño, enclenque y un tanto menudo, alguno se miró de reojo. "Sí, pensamos que el técnico se estaba pasando con la apuesta de los chavales, porque ya había unos cuántos y este a primera vista parecía poca cosa", reconoce un futbolista que ya no está en el conjunto blanquiazul; "pero recuerdo que cuando se lanzó a correr, rápido como él solo, y sentó a dos con un recorte, nos dijimos: 'Aquí hay madera". Una tónica de Álvaro Vázquez (Badalona; 1991), ariete suplente del Espanyol -el técnico Pochettino solo pone a un delantero centro y ese puesto lo ocupa Osvaldo- y punta ocasional de España sub 20, hasta ahora a la sombra de Rodrigo. Pero Lopetegui le dio unos minutos en el anterior partido ante Ecuador (un gol) y el partido de anoche ante Australia: triplete, asistencia de gol y penalti para resolver el partido y certificar que la selección está en octavos, ante Corea del Sur. De paso, para aclarar que es el pichichi del Mundial sub 20, seguido por Ibrahim (Egipto), Musa y Kayode (Nigeria), Muriel (Colombia) y Coutinho (Brasil), todos ellos con bastantes más minutos que los 120 del 20 de España. No muchos pensaron que Álvaro llegaría a la élite, pero él siempre ha respondido a las adversidades, a las exigencias.
Futbolista desde la cuna, siempre atendió al gol como una obligación. Reventó las redes con la camiseta del Trajana, primero, con la escuela Damm, después, y, ya en 2005, con el Espanyol, en su primer año de cadete. Por entonces, todavía era Alvarito, un futbolista habilidoso, con capacidad extraordinaria para el regate y excelente definición. Aunque sus primeros cursos como blanquiazul fueron estupendos, en el Juvenil A perdió la confianza del técnico Ramón Guerrero. "Fueron momentos duros, de esos en los que no sabes qué hacer", cuentan desde su entorno. Pero Ángel Morales, el responsable del fútbol base del Espanyol lo tenía más que claro. "Era un jugador sensacional que estaba pasando por un bache, pero que tenía toda la pinta de alcanzar el primer equipo", reconoce el propio Morales. Y del dicho al hecho.
Para Álvaro parecía que el Espanyol se acababa. Lesiones, mucho banquillo y sin oportunidades. Hasta que intervino Morales, volvió a jugar y a marcar goles, hasta el punto de que le ascendieron al filial blanquiazul cuando todavía era un juvenil. Respondió con el pichichi del equipo, en Segunda B. Entonces se llegó al punto decisivo en la carrera del delantero, sin exigencias contractuales, con el Barça llamando a su puerta, como a la de Tello, finalmente azulgrana. "Álvaro apostó por el Espanyol y nosotros por él", explicó Daniel Sánchez Llibre, entonces presidente blanquiazul. "Una apuesta que salió redonda", interviene Morales, que le extendió al jugador un contrato de tres años, dentro de la economía de contención del club, donde cobraba 28.000 euros por curso. Una cifra que expiró el pasado enero, ya asentado en el primer equipo, con un nuevo contrato, este profesional. "Tiene algo, además de gol. Y eso es muy difícil de ver hoy en día. Puede ser el nuevo Raúl Tamudo", le definía Pochettino, unos meses antes, en la pretemporada en Peralada.
Con la presión de emular a Tamudo, delantero insignia del Espanyol en la década anterior, Álvaro respondió a las mil maravillas en el ejercicio anterior. Firmó seis goles -cuatro en la Liga y dos en la Copa-, fue en ocho encuentros titular y participó en otros 26. Su debut, ante el Madrid, en la jornada cinco. Pero siempre a la sombra de Osvaldo, un delantero que no negocia con los rivales, siempre puntual con la cita del gol (26 dianas hizo el año anterior). "Todo a su tiempo", señalan desde el Espanyol. Álvaro no tiene prisa, pero con goles expresa las intenciones. Bien lo sabe Australia y lo festeja España. "No me importa mucho lo que he hecho", reconoció anoche Álvaro, sobre su hat-trick; "lo importante es que hemos ganado y que hemos sido primeros". Después, tras agradecer el trabajo a los centrocampistas del equipo, lanzó una advertencia para lo que resta de campeonato: "Voy a romperme los cuernos y a darlo todo para aprovechar esto". Una cosa está clara: Lopetegui ya cuenta con Álvaro, un delantero que siempre responde.
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