Lorenzo, a la pata coja

"A ver si hace la pole y se nos anima un poco. Eso le dará moral para la carrera del Gran Premio de Estados Unidos, un día después el golpe le dolerá más que ahora", clamaba Juanito Llançà, mecánico de Jorge Lorenzo desde hace tantos años, que lo quiere como a un hijo. Dicho y hecho. El de Yamaha ha alcanzado su mejor forma en el ecuador de la temporada, en el momento justo, cuando parecía que Casey Stoner se escapaba, descartado por la pelea por el título el accidentado Dani Pedrosa, que ha vuelto tan fuerte como inició el campeonato. Pero el mallorquín, solo contra el poder de las Honda, ganó dos carreras atrás, en Italia, y logró un provechoso segundo puesto en Alemania. Y en Estados Unidos, además, domina desde los entrenamientos, algo que ha pasado pocas veces este curso. En el maravilloso trazado californiano de Laguna Seca Lorenzo se apuntó su segunda pole del año tras la del GP de Portugal. Y lo hizo, además, a la pata coja. Después de una fea caída en el entrenamiento matutino que le dejó el muslo izquierdo y la cadera doloridos.

Por la mañana, cuando aún no había levantado la habitual niebla que deja gris esta seca colina californiana, tras repasar una y otra vez el famoso Sacacorchos, la curva más emblemática del trazado, tras entrar a saco en la pelea por la vuelta rápida con sus dos mejores rivales en la pista, Stoner y Pedrosa, después de exhibir un ritmo infernal -firmó hasta una decena de giros en 1m 21,9s- bajo el cielo aún encapotado de Laguna Seca, Jorge Lorenzo cometió un error cuando muchos de sus colegas enfilaban ya el camino de los garajes. El fallo, que pudo ser terrible, se quedó en un susto.

Después de ensayar la salida, como es habitual al finalizar cada entrenamiento, el de Yamaha olvidó sus propios consejos un día antes, cuando rodaba por la pista con un grupo de periodistas: "La curva cinco es muy peligrosa, se trata de una curva muy peraltada y en la que es muy fácil perder el agarre de la rueda trasera". Y así fue. Tomó esa curva, una a izquierda tras otras dos a la derecha, antes de enfilar la escalada hacia al Sacacorchos, perdió la rueda de atrás, algo fría, y se fue al suelo; su M1 le golpeó la pierna y salió del trazado cojeando y acompañado de las asistencias médicas. Regresó al taller y de ahí se marchó al centro médico. "Está bien", informaba su entorno inmediatamente. Salió algo dolorido y con un golpe en el fémur, sobre el que se le aplicó hielo pero que no le impidió preparar la sesión de clasificación. "La telemetría dice que he abierto el gas a fondo, pero no tengo esa sensación. No lo recuerdo", confesaba a su salida. Por suerte, el campeonato no peligra.

A Lorenzo le acompañarán en la primera línea, como ya viene siendo costumbre este año, Casey Stoner, que negaba con la cabeza al bajarse de su moto, de tanto que le costó rebajar sus tiempos, y Dani Pedrosa, que temía cómo reaccionaría su cuerpo en este circuito, algo más exigente físicamente, después de ganar en Sachsenring. En el cuarto lugar, Ben Spies, que llegó a firmar el mejor tiempo unas vueltas antes de caerse y dar por perdida la lucha por esa primera fila. Valentino Rossi, a golpes contra su indomable Ducati, logró en su última vuelta rebajar sus tiempos hasta terminar a un segundo de la cabeza. Es mucho, sí. Pero se va acercando. Además, ese séptimo puesto iguala su mejor clasificación este 2011, en el GP de Cataluña.