"La victoria te deja vacío"

Asiste al encuentro relajado y risueño. A Dani Pedrosa (25 años; Sabadell, Barcelona) le sienta bien el triunfo. Tan bien como su Honda RC212V, con la que solo ha ganado dos carreras, acechado por la mala fortuna, que le obligó a visitar el hospital hasta en tres ocasiones este año. Ha vuelto con ganas, dispuesto a ser juez y parte en este Mundial que se disputan Stoner y Lorenzo.

Pregunta. ¿Qué es lo que más le gusta de vivir en Suiza?

Respuesta. La tranquilidad. Puedo salir a la calle y ser yo mismo, no soporto los prejuicios, podría ir desnudo y no pasaría nada. Eso me gusta mucho. Lo noto cuando voy a cenar, sobre todo si voy acompañado, porque esa persona no se siente desplazada, algo que pasa en muchas ocasiones. No me siento constantemente observado. Además, el nivel de vida es muy bueno, también la comida, y el paisaje es relajante, te da una energía muy positiva. Por eso, lo que menos me gusta es que no puedo compartirlo con mi familia y mis amigos.

"Me adapto, pero no creo que nadie se acostumbre al dolor, a los sustos, a sufrir"

"Está demostrado que si quieres ser el número uno no puedes pecar de bueno"

P. ¿Es cierto que se hace una tortilla de patatas y se va al lago a comérsela?

R. Sí, salgo de picnic y a veces voy al lago. Aunque confieso que la tortilla no la hago yo.

P. Desde hace un tiempo hace más caballitos que antes...

R. Cuando estamos preparando una carrera mis amigos me piden que haga cosas si gano. Así que para devolverles ese apoyo o cuando hemos sufrido en el entrenamiento, lo intento. Hace poco un colega me dijo 'ya que nunca levantas rueda, hazlo cuando ganes para que sepamos que te acuerdas de nosotros'. A veces lo recuerdo y otras, no.

P. ¿Qué es lo mejor de la victoria?

R. Lo mejor es el proceso, el momento en el que está sucediendo. Te sientes realizado y entiendes que todo lo que has hecho ha valido la pena. Eso es lo que te llena. Porque la victoria en sí te deja un buen sabor de boca, la satisfacción y la tranquilidad de algo que ya ha acabado, pero no es lo mejor. La victoria te deja vacío.

P. ¿Cómo recuerda la primera vez que ganó una carrera?

R. Lo recuerdo perfectamente. Fue en Assen en 2002. Nunca lo había vivido antes, no sabía cómo sería, no sabía qué esperar. Te pasas la vida soñando cómo será esa primera victoria y luego siempre es diferente a lo que has soñado. No me lo creía. Todos llorábamos: yo lloraba, también Alberto (Puig) y mi familia, que estaba allí. Fue parecido a lo que me pasó el otro día en Alemania. Fue una alegría inmensa.

P. Dice Stoner que le bastaría con una moto y un circuito, que correría solo porque no le va todo el envoltorio del Mundial. ¿Le ocurre lo mismo?

R. A veces. Hay temporadas en las que estoy más relajado e intento no encabronarme tanto con lo que se dice, intento que todo me resbale. Y en esos momentos no me importa tanto. Pero si saco mi carácter y no perdono una, sí que me pasa lo mismo.

P. ¿Es esta la Honda con la que lleva soñando los últimos años?

R. Sí, tengo muy buenas sensaciones; con esta moto la puesta a punto ha dejado de ser un calvario y eso es un alivio importante.

P. A finales de 2010, lograron ya una moto muy competitiva, pero costó muchos años llegar hasta ahí. ¿Por qué?

R. Porque de entrada la moto no era buena. Fui probando. Tenía ideas y experiencia del pasado para mejorar motos. Pero no es fácil, no es 'si pongo el mismo tornillo, la misma presión, ya funciona'. Y como no es así, costó mucho encontrarle el punto; ahora la moto es bastante buena y eso es fruto del trabajo del año pasado.

P. ¿En qué es mejor la RC212V de este 2011?

R. Comparada con el año pasado creo que la gran mejora está en el freno motor. Stoner ya dijo que no está todavía a la altura del de la Ducati, pero es un punto en el que estábamos muy atrás y este año hemos dado un paso adelante.

P. Los pilotos han criticado históricamente la falta de comunicación entre ellos y Honda. ¿Escucha la fábrica ya más a los pilotos?

R. Yo diría que sí. De todas formas, ahora que tenemos por delante la evolución de la 1000cc para 2012 volveremos a poner a prueba ese aspecto.

P. Existía al inicio del curso una creencia general de que era el año de Pedrosa. ¿Qué opinaba usted?

R. No me gusta cuando se dicen esas cosas. Espero que el año que viene nadie lo diga (ríe). A mí me gusta hablar de las cosas cuando ya se han realizado y puedo decir: 'Lo he hecho'.

P. ¿Cuándo uno cae y se hace tanto daño es fácil hacer frente al miedo?

R. Volver a la pista ahora mismo, que la moto va mejor, no es tan delicado como en el pasado, cuando me había hecho daño y la moto no funcionaba bien. Cuando una moto no te gusta o no va como tú quieres, no te fías al 100% de ella y, además, estás lesionado. Entonces sí tienes un poco más de cuidado, yo no diría miedo. No tienes tanta confianza ni en ti, ni en la moto. Si la moto va bien, aunque estés lesionado, sí tienes esa confianza porque sabes que dependes de ti, solo puedes fallar tú.

P. ¿Se acostumbra su madre a su vida, a los accidentes?

R. Creo que se acostumbra al proceso: ahora toca hospital, ahora una revisión, ahora cuidados. Uno se adapta al día a día, pero no creo que nadie se acostumbre ni al dolor, ni a los sustos, ni al sufrimiento. Al contrario, cuando lo has vivido antes y ves que vuelve a pasar, de entrada ya te asustas más que la primera vez.

P. Confesó que se le había pasado por la cabeza dejarlo todo.

R. Sí, después de Le Mans fue un momento muy difícil. Había luchado mucho intentando sobreponerme a todas las situaciones adversas con las que me encontraba. Son muchos años ya en la misma onda, una y otra vez. Uno se para un momento y piensa: '¿Es esto lo que quiero?'. Esas dudas las causan el dolor, el cansancio y la frustración, pero no eres tú en realidad. Es un estado en el que tu mente entra en ese determinado momento y del que te ayudan a salir los amigos, la familia y los fans. Ya lo he olvidado.

P. Además de las operaciones y las contracturas, también ha tenido anemia.

R. Es bastante fácil tener anemia después de tantas operaciones: Te bajan mucho las defensas, te meten mucha mano y sales de allí a dar más de lo que podrías, estás cansado, no te recuperas bien, los músculos duelen, tienes que cicatrizar por dentro y por fuera. Así que es normal. Pero en la pista eso no cuenta, siguen exigiéndote el máximo.

P. Nunca fue muy comedor, ¿no?

R. No, no he sido un gran comedor. Pero ya estoy mejor, a base de un extra de vitamina C y de hierro.

P. Aficionados y rivales siguen preguntándose cómo es capaz, con su menudo cuerpo, de hacer los cambios de dirección con esa elegancia.

R. Elegante... Supongo que es porque no los puedo hacer de otra manera. Si los pudiera hacer más rápidos o más bruscos, los haría. De hecho, hay pilotos también pequeños, como Elías o Márquez, que son parecidos a mí y que son mucho más agresivos.

P. ¿Qué debe mejorar en su pilotaje?

R. Debería ser un piloto más agresivo todavía en las frenadas. Ya he dado un paso, pero aun así mis rivales siguen siendo más fuertes en ese punto. También debería tener mayor habilidad para calentar más rápido los neumáticos. Pero cada uno tiene sus cualidades y sus defectos. No se puede conseguir el 10 en todo.

P. ¿Teme el próximo cuerpo a cuerpo con Simoncelli?

R. No lo he pensado. Ya lo veré en el momento. De entrada, no tengo que temer nada. Y de todas maneras, como aprendí la lección, ahora reaccionaré diferente.

P. Da la sensación de que para ser campeón del mundo uno no puede pecar de bueno.

R. Cierto. Diría que está demostrado matemáticamente. Hay que ser un poco... Hay una palabra para eso. Y si no lo eres, no llegas a ser el número uno ni en los negocios, ni en el deporte.

P. ¿Cómo se ha llegado a este idilio Pedrosa-Lorenzo, tantas veces deseado por la afición?

R. Las cosas no se pueden forzar. En su día todo el mundo nos criticó por la relación que teníamos, pero no era el momento. Ahora la relación es cordial y respetuosa, y nadie nos ha obligado a estar así. Ha sido un mutuo acercamiento, lo que es un punto a favor nuestro. Hemos necesitado tiempo y ganas.

P. ¿Se han hecho mayores?

R. Digamos que ya no somos tan adolescentes.

P. Ya solo le queda luchar por ganar carreras, ¿es fácil motivarse cuando estaba llamado a pelear por el campeonato?

R. Ya no miro el campeonato de la misma forma, pero el principal objetivo cada domingo sigue siendo el mismo. A fin de cuentas, si no puedes ganar carreras, tampoco el campeonato, así que ganar me llena de satisfacción. Es lo que me permite estar al día.

P. ¿Los pilotos también sienten ese vuelco en el estómago como el resto de mortales al tomar algunas pendientes o curvas como el sacacorchos?

R. Las primeras veces, sí. Aquí ocurre tanto en el sacacorchos como en la primera curva de entrada a meta, pero solo al principio cuando el nivel de concentración no es tan alto y atiendes más a la pista que al pilotaje. Cuando la concentración sube, no quiere decir que no suceda, pero no prestas la misma atención a esas sensaciones.