A Farah le sienta bien Estados Unidos
El fondista británico, bicampeón europeo, bate la plusmarca europea de 10.000 tres meses después de dejar su país
Hace un par de días el británico Mo Farah, el rey del fondo europeo, doble campeón continental de 5.000 y 10.000, anunciaba en su Twitter que había decidido correr los 10.000m de la Diamond League de Eugene (EEUU) en lugar de las dos millas. Quería intentar batir el récord británico apenas tres meses después de trasladarse a vivir a Oregon, la cuna de Nike, para entrenarse con Alberto Salazar. Objetivo que ha cumplido esta madrugada con creces: cruzó la meta el primero, tras 26m 46,57s de carrera, para romper no solo la plusmarca nacional sino también la europea, que estaba en manos del belga Mohammed Mourhit desde 1999. La marca, además, es la mejor del mundo en los dos últimos años.
Farah se impuso a todos los corredores, etíopes, kenianos y eritreos, habituales dominadores de la distancia. El atleta británico, que también tiene sangre africana en sus venas pues nació en Somalia, mejoró enormemente su anterior marca en la distancia: 27m 28,86s. "Quiero una medalla mundial", ha dicho Farah tras la carrera, consciente de que la gran prueba del año para la gran mayoría de los atletas, también para él, son los Mundiales que empiezan a finales de agosto en Daegu (Corea del Sur). "Parece que si sigo trabajando duro, tendré opciones". Su entrenador, el cubano Salazar, también estaba contento: "Predije que correría en 26m 50s. El primer objetivo era bajar de los 27m y terminar quinto o sexto, pero le dije: `quién sabe, también puedes ganar´. Le dije que había que ser conservador y me ha hecho caso".
Con 28 años, la progresión del atleta, que llegó a Inglaterra con ocho años, ha sido asombrosa en los últimos años. Tras despuntar como júnior -fue campeón de Europa de 5.000-, logró buenos resultados en sus primeras grandes pruebas -plata en los 5.000m europeos de 2006, 6º en la misma prueba en los Mundiales de 2007-, pero no fue hasta el año pasado cuando llamó verdaderamente la atención. Fue el estadio olímpico de Montjuïc, en los Europeos al aire libre, cuando dobló triunfó en 5.000m y 10.000m y se convirtió en el mejor fondista europeo del momento. Su sonrisa perenne, sus brazos al cielo, sus reverencias religiosas sobre la pista le convirtieron en una celebridad, sobre todo en su país.
En febrero, decidió abandonar Inglaterra con su mujer y su hija para establecerse en Estados Unidos. Farah no esconde que su meta son los Juegos Olímpicos de Londres del verano que viene. Pero antes estarán los Mundiales, donde se verá si realmente puede competir con los mejores fondistas del mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.