La Liga en un partido

El Valladolid y el Xerez se la juegan este sábado en la última jornada de Segunda División. Queda una plaza de los playoffs por decidir y los dos equipos tienen posibilidades de hacerse con ella. Los que más fácil lo tienen, teóricamente, son los pucelanos, que alcanzarían la promoción solo con sumar un punto frente al Alcorcón en Zorrilla. Los andaluces, sin embargo, deben ganar en Elche y esperar la derrota del Valladolid. En ese caso, ambos equipos empatarían a 63 puntos, pero el Xerez se haría con la plaza porque tiene ganado el golaverage. Esta situación límite no es, en cualquier caso, nueva para ninguno de los dos conjuntos, que en los últimos años han acostumbrado a sus respectivas aficiones a sufrir hasta la última jornada de Liga.

"Últimamente no hemos tenido suerte", reconoce Mendoza, capitán del Xerez, que lleva 12 años en el club. El futbolista se refiere a lo que ocurrió en la última jornada de la temporada pasada, cuando el conjunto andaluz llegó con opciones de quedarse en Primera pero acabó descendiendo tras empatar a uno frente a Osasuna. En la campaña 2007-08 también llegaron al límite en el último partido, esta vez para lograr la permanencia en la categoría de plata. Se enfrentaron, curiosamente, al Elche, su rival este sábado. Necesitaban ganar, lo hicieron y comenzó la fiesta en Jerez.

El Valladolid ha vivido aún más al límite últimamente. La temporada pasada llegó a la jornada final jugándose la vida. Para no descender, tenía que ganar en el Camp Nou al Barcelona, que aún no se había hecho con la Liga, y salió goleado 4-0. "Era complicadísimo, pero siempre nos quedaba la esperanza de que con un detalle nos pudiéramos poner por delante", recuerda Pedro López, uno de los capitanes pucelanos. En las dos temporadas anteriores les fue mejor. También llegaron a la última jornada peleando por la permanencia en Primera y lograron su objetivo con sendos empates a uno ante el Recreativo y el Betis.

La manera en que Xerez y Valladolid encaran ahora el último partido es muy diferente entre sí. El Valladolid necesita ganar para encarrilar el objetivo de la temporada: el ascenso. "Lo vivimos con mucha ilusión después de un curso tan difícil que hemos llegado a estar a dos puntos de Segunda B. Los últimos partidos son distintos a los de, por ejemplo, la jornada ocho, porque ahí tienes toda la temporada por delante y esto, aunque suene a tópico, es una final", explica el blanquivioleta Sisi. El entrenador del Xerez, Javi López, apunta en una dirección completamente distinta y señala que el objetivo del equipo era la permanencia: "Lo tomamos con normalidad, como una jornada más de competición. Sabemos que la mayor facilidad la tiene el Valladolid y que dependemos de otros resultados".

Se da la circunstancia de que una victoria del Xerez puede hasta beneficiar a los pucelanos. Si andaluces y castellanos vencen en sus respectivos partidos, el Valladolid se clasificaría para los playoffs en mejor posición, puesto que el Elche, también en puestos nobles, perdería. "Lo que queremos es meternos en los playoffs, quedar quintos o sextos es menos importante. Si el Xerez no gana, mejor", advierte Sisi.

En lo que coinciden unos y otros es en que la presión que genera este tipo de encuentros es mayor a la de cualquier otro. "Lo que se siente antes del partido es mucha tensión, más que en un encuentro normal, porque te estás jugando toda la temporada", señala Pedro López. "En estos duelos si hay tensión es por exceso y no por defecto. En situaciones así no hace falta que el entrenador haga nada para mantenerla", explica Javi López, que resume de manera simple lo que sucederá el sábado: "Lo más difícil para ambos equipos será el final del partido, ya que alguien se llevará una pequeña o gran decepción".