Oleson impulsa al Caja Laboral

Apenas había transcurrido un minuto, tras una canasta del Gran Canaria, cuando Mirza Teletovic dio un saltito, estiró sus largos brazos y anotó de esos que parecen cuádruple por la distancia. Mal asunto debió pensar el conjunto amarillo. Aquel bosnio grandullón ya les había agujerado la canasta hasta la saciedad en Vitoria y que te suelte el primer disparo certero, da que temblar. Pero era mentira. Al parecer, Teletovic juega mejor por la tarde-noche que por el día y el tío de la cartuchera esta vez era un americano de Alaska, con un cuerpo enjuto y la muñeca ligera. Nada que ver con un hombre de hielo, que presupone su lugar de nacimiento. Sobre Brad Oleson, ante la ausencia de Teletovic (bien defendido por el Gran Canaria) y fuera de sitio, hasta que apareció en el momento de los últimos disparos, construyó el Caja Laboral su victoria (76-93).

La construyó por su acierto en el lanzamiento de triples, pero también por su aplicación defensiva que acabó enmudeciendo al mejor orador del Gran Canaria, Carroll, sobre el que quería construir su sorpresa. A Oleson le dio tiempo para todo, su cara en los minutos finales reflejaba el esfuerzo de un ecce homo sudoroso, desencajado, pero feliz.

El Gran Canaria le discutió el triunfo al Baskonia desde el principio hasta casi el final. Le discutía los lanzamientos largos y sobresalía un muchachito canario, Alvarado, que desquició por momentos a Marcelinho, mucho tiempo sentado en beneficio de Palacios. Solo el rebote parecía una cuestión proclive al Caja Laboral, gracias a Barack que imponía sus centímetros bajo el tablero.

Aguantó el tipo el equipo grancanario hasta que Oleson soltó la muñeca y contagió a Teletovic. Entonces enmudeció La Roca, muy ruidosa en tres cuartos del partidol y asumieron el resultado. El Barcelona es el rival en semifinales del Caja Laboral.

Playoffs ACB: Barcelona 78-62 Caja Laboral