Djokovic sobrevive a Bellucci

La racha estuvo a punto de morir en 32 partidos. El tenista que opositó a enterrador llegó de Brasil y se quedó a un palmo de acabar con una ristra de encuentros imbatido que nació en diciembre de 2010 y que se extendió hoy hasta los 33 encuentros, después de que el serbio Novak Djokovic, campeón de cinco títulos en cinco torneos disputados este curso, remontara un 4-6 y 1-3 ante el brasileño Thomaz Bellucci, que al final se inclinó en semifinales del torneo de Madrid por 6-4, 4-6 y 1-6. El número dos jugará la final contra Rafael Nadal, el número uno, que se deshizo por 5-7, 6-1 y 6-3 del suizo Roger Federer.

Lo que no pudieron el español o el suizo, derrotados por el serbio a lo largo del curso, a punto estuvo de conseguirlo jugando sin medianías el número 36, que rompió cada pelota llegada a su parcela. El zurdo atacó con saña cada bola. Su golpeo plano impresionó a los espectadores, que le alentaron con vehemencia, deseosos de presenciar una sorpresa de calado planetario. Djokovic, de nuevo con una cinta sujetando su rodilla izquierda, estaba sobre aviso: Bellucci había llegado hasta su primera semifinal de Masters 1000 tras derrotar al británico Andy Murray, el número cuatro, y el checo Tomas Berdych, el número siete, en ambos casos sin ceder siquiera una manga.

Su gestión del encuentro tuvo un poso sorprendente viniendo de un tenista que nunca se había encontrado ante tamaña empresa. Nunca dejó de presionar a Djokovic, aplastado contra la valla, siempre retrasado, gracias a los pelotazos del zurdo brasileño. Bellucci golpeó plano y fuerte. Djokovic, que muy pocas veces pudo coger la iniciativa, se enfrentó a un patrón de juego parecido al de Fernando Verdasco: los puntos ganados con la derecha, la pista abierta con el revés. Un resbalón pareció dejar dolido un tobillo del brasileño. Desde que perdió el break de ventaja en la segunda manga ya nada volvió a ser lo mismo. Djokovic necesitó 2h9m para llegar al encuentro definitivo. Ahí le esperan Nadal, al que remontó en sus dos últimos enfrentamientos, sendas finales en Indian Wells y Miami, y un tremendo partido.