El Zaragoza respira y el Almería se ahoga
El equipo maño vence por la mínima (1-0) en un partido clave para eludir del descenso
Después de ser mejor durante 70 minutos, justamente hasta que llegó el afortunado gol de Gabi, al Zaragoza le tocó sufrir de lo lindo en el tramo final de un emocionante partido para lograr un valioso triunfo ante el Almería. En un último cuarto de hora trepidante, el conjunto andaluz se despidió virtualmente de la Primera División acumulando cuatro claras ocasiones. Entonó su particular canto del cisne, pues, a falta de 15 puntos por disputar, le separan 10 de la salvación. El Zaragoza, por su parte, sale de la zona caliente, a la que envía a Osasuna, el gran perjudicado de la jornada.
Acuciado por la revitalización del Málaga, el cuadro aragonés encaró el partido contra el Almería como si de una final se tratara. Con la presión hasta el cuello, buscó con ahínco una victoria que le sacara de los puestos de descenso. Enfrente tenía a un casi condenado, con sus mejores hombres, caso de Piatti o Crusat, perdidos para la causa y sin saber casi nunca si ser carne o pescado. Ni se defendió ni atacó y solo se mantuvo vivo en el partido gracias a las intervenciones de Alves. Por eso no debe de extrañar que los primeros minutos se tradujeran en un intenso dominio del Zaragoza. Braulio, desde fuera del área, puso en apuros a Alves mientras que en el minuto 25 un triple remate tras un saque de esquina de Gabi no fue gol de milagro. Alves, de nuevo, estuvo providencial. Pero, a partir de esa ocasión, el Zaragoza se amuermó. Hacía tiempo que no existían noticias del Almería, por lo que el partido entró en un profundo bache.
Tras el descanso, el Zaragoza no se anduvo con contemplaciones. Enfiló la meta del Almería de forma vertiginosa, muy bien conducido por Ander Herrera, una joya en el cieno, y comenzó a acumular ocasiones ante la desesperación de sus aficionados. El aluvión fue incesante: Luna salvó bajo los palos un remate de Da Silva; Bertolo lanzó al palo; Alves le tapó toda la portería otra vez a Bertolo, Sinama tiró otra vez al palo... Todo, en un cuarto de hora. La Romareda estalló en el minuto 70, cuando la enésima carrera de Bertolo concluyó con un pase al área que Sinama, a la primera, dejó en los pies de Gabi. El disparo del capitán del Zaragoza dio en el poste y en la espalda de Alves, hasta ese momento providencial, para acabar en las redes. Ander, espléndido en la segunda mitad, se volvió loco con la celebración del tanto, vital en la victoria de un Zaragoza que sale de los puestos de descenso para condenar al Almería.
El equipo andaluz, desnortado, está virtualmente en Segunda. A su favor, solo, un ataque de rabia en los últimos 15 minutos que le llevó a poder empatar. Hasta cuatro ocasiones claras de gol llegó a acumular, con un disparo al larguero incluido. Con La Romareda hecha un flan, pidiendo la hora, el Zaragoza se defendió como pudo para agarrar su victoria más valiosa.
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