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Goles contra lesiones

Toché, que ha sufrido dos roturas de ligamentos, se reencuentra con la puntería del remate y con la estabilidad en el Cartagena

Cada vez que Toché marca con el Cartagena -como hoy- hace un poquito de historia. El delantero, que lleva 32 goles en la Liga (13 en la actual) desde que llegó al equipo la temporada pasada, es el máximo goleador de la historia del club en los dos años que este lleva en Segunda. José Verdú Nicolás, que así se llamaba aquel niño que nació el primer día de 1983 en Santomera (Murcia) hasta que a sus amigos de la infancia les dio por jugar con su nombre, ha logrado al fin echar raíces. Hasta su llegada al conjunto albinegro, Toché había cambiado de equipo cada temporada desde su debut en Primera con el Atlético en el curso 2003-04, lastrado por un rosario de lesiones.

"Un delantero no puede ser feliz sin marcar", asegura Toché en una frase que le define. Una preocupación que, de momento, le es desconocida en el Cartagena, pero no en el pasado. "Antes me enfadaba más. Ahora pienso más en el equipo", admite. Al punta le hace feliz la cercanía de sus familiares y amigos de toda la vida, volver a estar cerca de casa. Un hogar que tuvo que dejar a los 15 años cuando se fue a Madrid con su hermano mayor -que ahora juega en el Santomera- a la residencia de futbolistas que el Atlético tiene en Alcorcón. El inicio de una travesía que Toché recuerda con cariño. "¡Sobre todo el Calderón!", se le escapa cuando recuerda su debut en el estadio rojiblanco (ocho minutos en un empate sin goles contra el Deportivo).

Toché solo disputó dos encuentros con el primer equipo, tras lo que comenzó su peregrinación por varios clubes -cinco en seis años-, en busca de un hueco que no terminaba de hacerse: Numancia (2004), Hércules (2005), Valladolid (2006) y de nuevo Numancia (2007). "En todos ellos he madurado y he crecido como futbolista", sostiene. Únicamente en su última etapa en Soria estuvo más de una temporada, pero en el mercado invernal de 2007 volvió a hacer el petate. Un viaje, a Albacete, que esta vez le cambiaría la vida, al menos la deportiva. Allí conoció a Juan Ignacio Martínez. "Únicamente coincidimos 10 partidos antes de que le destituyeran, en los que fui titular y marqué cinco goles. Luego perdí el puesto con el nuevo entrenador, pero Ignacio fue fundamental para que firmara por el Cartagena", relata con agradecimiento. "Llegó en una situación difícil como es el mercado de invierno, pero en seguida se integró. Y, lo que es más difícil, desde el primer día su rendimiento fue excepcional", asiente el técnico.

Toché cree haber correspondido a la fe del preparador en su rendimiento: "Le he devuelto la confianza con goles, más que el tener cerca a mi familia y amigos lo más importante ha sido la confianza que el entrenador ha puesto en mí, porque sigo siendo el mismo jugador". Desde su llegada a Cartagena, Toché ha demostrado al fin su capacidad anotadora. En su primer año fue el tercer máximo realizador de la categoría, con 19 dianas, quedando quinto con el equipo, a las puertas del ascenso. Este curso vuelve a ser el mejor artillero del equipo pese a las lesiones.

"A lo largo de mi carrera, cuando parecía que me encarrilaba sin lesiones, volvía a caer. He tenido dos roturas de cruzado y una de menisco. Son situaciones que ningún jugador quiere, pero estoy muy orgulloso de cómo las he superado. Sin embargo, nunca sabré el futbolista que podría haber llegado a ser si no las hubiera tenido", se resigna. Desde enero ha encadenado dos seguidas, de las que sale preparado para el sprint final de la temporada, con el playoff de ascenso como meta, un reto del que le separan cuatro puntos. "Ha tenido muy mala suerte. Cuando parecía que estaba recuperado, recayó. Creo que sin este contratiempo hubiese terminado entre la parte alta de los goleadores", postula Martínez; "es el tipo de jugador que es necesario en cualquier plantilla, aporta mucha alegría y liderazgo. Hay una gran comunión entre la afición y su presencia en el campo. Es un jugador de los que quieres llevar contigo".

Toche trata de controlar un esférico ante un rival del Huesca.
Toche trata de controlar un esférico ante un rival del Huesca.DIARIO AS

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