El Dépor encuentra sus referencias
Dos remates de cabeza dan la victoria al equipo de Lotina, que otea la salvación
Ahora que todos apuran y esprintan para salvarse de las brasas de Segunda, el Deportivo también acelera y suma para situarse cinco puntos por encima del descenso, justo los que Lotina entiende que precisan agregar en los seis partidos que restan para eludir problemas. Seis necesita el Racing para llegar a esa cota y puede encontrarlos en El Sardinero, donde recibe en las dos próximas jornadas a Málaga y Mallorca.
Ganó el Deportivo, pero sufrió tres cuartos de hora por sus acostumbradas dificultades para llevar la iniciativa. Puso intensidad, ardor, interés e incluso a Valerón, pero el equipo de Lotina se disipó en un eclecticismo que lindó con la nadería, sin un plan que fuera reconocible, sólo a empellones de individualidades, raptos de coraje como los de Manuel Pablo, implicado y esforzado como pocos, pilar de la zaga y constructor en la acción del primer gol. Es ahora, en los tiempos duros, cuando hay que poner carácter sobre el césped, el momento en el que un equipo precisa referencias. Y tras una temporada laminado por las lesiones, Lotina dispone de todas las que tiene en plantilla, a excepción de Riki.
DEPORTIVO 2 - RACING 0
2 - Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Lopo, Colotto, Morel; Antonio Tomás (Juan Domínguez; min.68), Rubén Pérez, Guardado; Valerón, Lassad (Pablo Álvarez; min.86); y Xisco (Adrián; min.62).
0 - Racing: Toño; Pinillos, Henrique, Torrejón, Christian; Munitis, Colsa, Lacen, Cisma (Luque; min.60); Bolado (Rosenberg; min.58) y Ariel (Giovani dos Santos; min.46).
Goles: 1-0; min.46+: Lassad. 2-0; min.49: Xisco.
Árbitro: Álvarez Izquierdo, del colegio catalán. Mostró amarilla a Pinillos (min.11) y a Cisma (min.39) por parte del Racing de Santander; y a Antonio Tomás (min.35) y Xisco (min.49), por parte del Deportivo.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima segunda jornada del campeonato de Liga disputado en el estadio de Riazor ante unos 26.000 espectadores.
El técnico quiso construir un equipo con gente como Míchel, Saúl o Desmarets y por el camino se encontró, además, huérfano de soluciones en ataque. Ahora dispone de Xisco, un delantero. Podría debatirse sobre sus características o capacidades técnicas, pero es un delantero que conoce el oficio, fuerte para aguantar la pelota y dar aliento a un equipo que pasa demasiado tiempo detrás de la pelota, y además goleador porque ha marcado en sus dos últimas comparecencias en Riazor, hito nada despreciable en el equipo que menos tantos marca en la Liga.
Con un delantero, tres mediapuntas de talento tras él y una zaga experta, el Dépor no acabó de hilvanar fútbol. Le falta peso en la construcción y le sobran responsabilidades clasificatorias. Ha encontrado, eso sí, a Valerón, que no siempre da el último pase pero que ejerce un efecto totémico sobre sus compañeros. Otra vez la importancia de las referencias. Las tiene el Racing, quizás no tan talentosas, pero aún así colectivamente pareció mejor engrasado. Sólo con eso le bastó para amargar a su rival en la primera mitad.
Fue entonces cuando echó de menos a Giovani, que dañado en la cadera, comenzó el partido en el banquillo. El mexicano salió al campo al inicio de la segunda parte, justo después de que el partido se le complicara a su equipo con un testarazo de Lassad, justo antes de que Xisco sentenciara con otro remate por alto. Los dos goles fueron un lastre para el Racing y un bálsamo para el Dépor, confortado también por una afición que volvió a poblar el estadio como en los buenos tiempos, que no cesó de alentar y que demostró que desde el graderío también se puede asumir un papel referencial.
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