El estreno del frontón negro

A las cinco de la tarde, hora taurina, el frontón negro de Bilbao estrenará su frontis con los pelotazos de un partido singular: Irujo-Merino frente a Olaizola II-Begino, inicio de la liguilla de semifinales del Campeonato de Mano Parejas. UN asunto que tiene tanto de deportivo como de resolución histórica, en la capital vizcaína, privada de un escenario adecuado para la principal actividad pelotazale. Fiel a su ansiedad, el frontón será el más grande de Euskadi con 3.000 localidades y un trinkete con 458 asientos. Esta nueva infraestructura deportiva convierte al nuevo barrio de Miribilla en una especie de pequeña ciudad deportiva, al unir el frontón con el Pabellón en el que ahora disputa sus partidos el Bizkaia Bilbao Basket de Baloncesto. El presupuesto ha ascendido a 24,4 millones de euros y sufrió algunos retrasos en su ejecución al abandonar la obra la empresa Fonorte, primera adjudicataria del proyecto, siendo sustituida por una UTE.

Bilbao recupera así su enlace con el mundo de la pelota, una vez cerrado el frontón del Deportivo, que acogía los partidos de pala, y que amenaza con excluir a la capital vizcaína de un deporte más tradicional que significativo. El mundo de la pelota ha vivido crisis permanentes, solo evitadas con el apoyo institucional, al tratarse de un mundo reducido que se concentra básicamente en las finales de los campeonatos.

En cualquier caso, la inauguración del frontón de Bilbao permitirá no solo acoger acontecimientos singulares sino abrir sus puertas a los jóvenes pelotaris vizcaínos para fomentar su perfeccionamiento, a través de la federación vizcaína.