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Nadie marca más que Wilkinson

A pesar de sus sucesivas lesiones, el apertura de Inglaterra es el máximo anotador con una selección de rugby

Es conocido tanto por la precisión que tiene con el pie como por las numerosas lesiones que le han cortado su carrera. Pero a pesar de los contratiempos, Jonny Wilkinson (Frimley, Inglaterra; 1979) se convirtió el sábado en el máximo anotador de una selección de rugby de la historia (1.190 puntos), por delante del neocelandés Dan Carter (1.188).

Wilko pasó a la historia del rugby en 2003. En el último minuto de la prórroga de la final del Mundial, anotó un drop desde 30 metros a Australia en Sydney que le valió a Inglaterra y al hemisferio norte su primer Mundial. Cuatro años después, volvió a ser el líder de la selección que perdió la final ante Sudáfrica. Una derrota que rompió su costumbre de no ingerir alcohol, como él mismo contó en una columna de el The Times.

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Es de los pocos deslices que se ha permitido un perfeccionista como él. Después de cada entrenamiento, se queda chutando a palos hasta estar convencido de poder patear bien el balón desde cualquier parte del campo. De lo que no cabe duda es de que su manera de entrenar las patadas le ha salido rentable; de todos los puntos que ha conseguido con el XV de la Rosa solo 30 han venido en forma de ensayo. A pesar de sus condiciones físicas (1'78 m. y 88 kg.), es un buen placador y tiene una gran visión de juego, pero todo ello es complementario a su gran patada con la zurda. Algo, en cualquier caso, que no impide un buen golpeo con la derecha. Prueba de ello es que el drop que valió el Mundial lo dio con la diestra.

Los números del 10 serían aún más impresionantes de no haber sufrido más de una decena de lesiones desde la consecución del título mundial en 2003. Tras la final de Sydney, estuvo unos meses fuera de juego por una lesión en el hombro izquierdo. Llegó a la cita de Francia 2007 con problemas en el tobillo derecho, que según aseguró más tarde le impidieron rendir al máximo e, incluso, influyeron en los dos drops que falló en la final. Un año más tarde, se perdió el Seis Naciones por una lesión de la rodilla izquierda. Estas dolencias de Wilkinson han coincidido con la peor racha en 30 años de Inglaterra en el Seis Naciones, que no gana el torneo desde 2003.

Pero ni los hombros ni las rodillas, ni el apéndice ni el riñón, pueden con Wilko. Nunca falta a su cita con los palos y prueba de ello es que ha anotado en todos los partidos del Seis Naciones de este año. Ahora, con Toby Flood como titular, Wilkinson sale en las segundas partes y hace lo que mejor sabe, patear el oval y seguir sumando.

Jonny Wilkinson patea el golpe de castigo que le convirtió en el máximo anotador del mundo.
Jonny Wilkinson patea el golpe de castigo que le convirtió en el máximo anotador del mundo.RUSSELL CHEYNE (REUTERS)

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